La joven piloto murciana Ana Carrasco inicia una nueva etapa en su carrera deportiva, trasladándose al Campeonato Mundial de SuperSport del WorldSBK. Conocida por ser la primera mujer en obtener un título mundial de motociclismo en la categoría Supersport 300 (2018), Carrasco busca expandir sus horizontes con Honda y su CBR600RR. Este cambio marca el inicio de un reto mayor en su trayectoria, donde tendrá que adaptarse tanto a una nueva moto como a una categoría más exigente.
En un otoño dorado lleno de promesas, Ana Carrasco se prepara para debutar en el Campeonato Mundial de SuperSport del WorldSBK. Proveniente de una exitosa carrera en categorías inferiores, incluyendo su victoria en el Mundial Femenino de Resistencia, Carrasco deja huella en la historia del motociclismo como pionera en romper barreras de género. El próximo fin de semana, en Portimao, Portugal, será testigo de este momento histórico cuando compita bajo los colores de Honda, abandonando su vínculo de años con Kawasaki.
El invierno fue un período complicado debido a las pruebas limitadas por el clima lluvioso, lo que dificultó aún más su adaptación a la potente CBR600RR. A esto se suma el peso adicional requerido para cumplir con las normativas técnicas, algo que Carrasco describe como un desafío considerable. “Llevo toda la vida corriendo con lastre, pero esta vez es diferente”, comenta con franqueza. Junto a ella estará su compañero Corentin Perolari, un experimentado piloto francés, quien servirá como referencia clave durante esta temporada inaugural.
Su decisión de dejar vacante la corona del Mundial Femenino no solo refleja su ambición profesional, sino también su reconocimiento del valor del campeonato como plataforma de desarrollo para nuevas talentosas mujeres en el mundo del motociclismo. Según Carrasco, esta competición ha sido fundamental para abrir puertas y proporcionar oportunidades a otras féminas en el deporte.
Desde una perspectiva periodística, la historia de Ana Carrasco es mucho más que un simple cambio de categoría; es un ejemplo de superación personal. Su recuperación de graves lesiones en la espalda y la pierna demuestra un nivel de resiliencia pocas veces visto. Comparándose incluso con figuras icónicas como Marc Márquez, Carrasco subraya la importancia de no rendirse ante las adversidades.
Para cualquier lector, esta transición nos recuerda que el crecimiento personal está intrínsecamente ligado a la aceptación de nuevos desafíos. La valentía de Ana Carrasco para abandonar el confort de su éxito pasado y embarcarse en una aventura desconocida inspira a todos aquellos que buscan trascender en sus propias vidas. Su mensaje es claro: el verdadero triunfo radica en seguir avanzando, sin importar las dificultades.