Ciudad Rodrigo, la tercera localidad más poblada de la provincia de Salamanca, se transforma durante el fin de semana del Carnaval del Toro. La población se multiplica por veinte debido a la celebración de esta festividad única, donde los toros son los verdaderos protagonistas. Durante estos días, la emblemática plaza mayor se convierte en una plaza de toros temporal, albergando diversos espectáculos taurinos que incluyen encierros, capeas y festivales. Este evento no solo destaca por su tradición centenaria sino también por su capacidad para atraer figuras destacadas del mundo del toreo, quienes contribuyen a elevar el perfil mediático de las fiestas.
La pasión y el encanto con los que se vive este Carnaval son inigualables. Los aficionados mantienen intactas las tradiciones, como los tablaos incómodos y los toros de gran presencia en las capeas, pese a los posibles percances. Desde hace siete décadas, una comisión de entusiastas organiza el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo, un certamen que lanza al ruedo nuevos talentos en la categoría de novillero sin caballos. En 2025, David Gutiérrez, un joven promesa de Montánchez (Cáceres), ha sido elegido para participar en uno de los festivales junto a figuras reconocidas. El Bolsín, formado por ocho tentaderos y una final, es un testimonio de la generosidad de los ganaderos salmantinos y portugueses, quienes aportan el hierro triunfador de la edición.
La programación de este año incluye diversas actividades que van desde encierros y festivales hasta espectáculos nocturnos. El viernes por la noche, Rubén Amón será el pregonero de las fiestas. El sábado al mediodía tendrá lugar el primer encierro con reses de Montalvo y Brazuelas, seguido por un festival taurino en la tarde. El domingo continuará con un encierro a caballo y una novillada sin caballos para los finalistas del Bolsín. Lunes y martes traerán más encierros, festivales y espectáculos nocturnos, culminando con el tradicional toro del Aguardiente y el último desencierro.
Este fin de semana, Ciudad Rodrigo vuelve a ser el epicentro de la tauromaquia, reafirmando su papel crucial en la preservación y celebración de la cultura taurina española. La mezcla de tradición, pasión y novedad asegura que cada edición sea memorable, atrayendo tanto a aficionados locales como internacionales.