En el verano del 2023, la música perdió a una de sus voces más emblemáticas. La cantante irlandesa Sinead O'Connor falleció en su hogar londinense a los 56 años. Su partida, ocurrida apenas 18 meses después del trágico deceso de su hijo Shane, dejó un vacío imborrable en el corazón de sus seres queridos y admiradores. Recientemente, se han dado a conocer detalles sobre el patrimonio que la intérprete legó a sus tres hijos sobrevivientes y las últimas voluntades expresadas en su testamento. Este documento, revelado por medios británicos, ofrece una mirada íntima a los deseos finales de una artista que marcó una época con su voz única y letras profundas.
En el otoño de 2023, la ciudad de Londres se despidió de una figura icónica. Sinead O'Connor, quien había residido en la capital británica tras la muerte de su hijo Shane, partió dejando un legado musical y personal que sigue resonando hoy. El informe financiero indica que su verdadero patrimonio ascendía a 1,7 millones de libras esterlinas brutas, cifra que se redujo a 1,4 millones tras saldar deudas y costos funerarios. Sus últimos deseos, plasmados en un testamento redactado en 2013, muestran una faceta humana y reflexiva de la artista. Entre ellos, destacan instrucciones para el destino de sus cenizas, la gestión de su discografía y detalles personales como ser enterrada vestida con ropajes de sacerdote y acompañada de una Biblia hebrea.
Además, el albacea de su testamento ha sido su primer marido, John Reynolds, quien también formalizó su muerte en Lambeth. Cada uno de sus hijos recibió herencias significativas: Jake obtuvo parte importante de su herencia monetaria, Roisin recibió objetos sentimentales, mientras que Yeshua heredó la colección de guitarras de su madre. Estos detalles ofrecen una visión emotiva de cómo la cantante quiso recordarse a través de sus pertenencias y obras musicales.
Desde una perspectiva periodística, la vida y obra de Sinead O'Connor nos recuerdan la fragilidad de la existencia y la importancia de dejar un legado significativo. Su testamento, lleno de ternura y consideración, muestra que incluso en los momentos finales, podemos transmitir valores y afecto a nuestros seres queridos. Como lectores, esta historia nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y cómo deseamos ser recordados, dejando un mensaje de amor y respeto hacia aquellos que permanecen.