El Real Madrid enfrenta un desafío crucial a medida que avanza abril, con tres competiciones aún en juego. A pesar de nueve derrotas repartidas entre la Liga, la Champions League y la Supercopa de España, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti sigue vivo en la lucha por títulos. Con una final de Copa del Rey ante Barcelona próxima y los cuartos de final de la Champions contra Arsenal comenzando, el Madrid se encuentra en una posición ambivalente: competitivo pero plagado de inconsistencias. Las lesiones, ajustes tácticos y problemas defensivos han marcado esta temporada, poniendo a prueba la solidez de uno de los clubes más emblemáticos.
La plantilla del Real Madrid ha enfrentado momentos críticos desde el inicio de la temporada. La ausencia de jugadores clave como Carvajal ha dejado huella tanto mental como tácticamente. En su lugar, Lucas Vázquez ha asumido el rol de lateral derecho, aunque no siempre ha estado a la altura de las expectativas. Este escenario ha forzado a Ancelotti a buscar nuevas combinaciones, incluyendo posibles reubicaciones de jugadores como Federico Valverde.
Uno de los principales dilemas radica en el centro del campo, donde la dirección del juego queda en entredicho. La ausencia de Dani Ceballos para la eliminatoria contra Arsenal complica aún más la situación. Aquí, jugadores como Tchouaméni, Camavinga y Modric disputan puestos fundamentales. Aunque Luka Modric sigue siendo un líder indiscutible, su edad comienza a notarse en algunos partidos. Mientras tanto, Jude Bellingham ofrece promesa pero necesita afinar su adaptación al papel de creador.
Los rivales aprovechan debilidades específicas, especialmente en jugadas a balón parado. El Madrid ha concedido cinco goles en saques de esquina en la Liga, un récord preocupante en los últimos siete años. Esta falta de atención en detalles puede ser determinante en competiciones tan exigentes como la Champions. En ataque, Vinicius Junior se perfila como el referente clave, esperándose que demuestre su mejor versión en los compromisos venideros.
A pesar de los desafíos, el Madrid tiene oportunidad de redimirse. La presencia en tres frentes distintos ofrece margen para corregir errores y capitalizar fortalezas. Ancelotti deberá encontrar el equilibrio perfecto entre actitud, estrategia y talento si desea guiar al equipo hacia una temporada exitosa.