En los próximos capítulos de "La Promesa", se exploran nuevos giros en las vidas de los personajes principales. Curro regresa al lugar donde todo comenzó, pero ahora asume un rol inesperado como lacayo, lo que provoca tensiones entre los habitantes del lugar. Por otro lado, Manuel enfrenta su dolor tras la pérdida de Jana, encontrando consuelo en sus responsabilidades dentro de la finca.

Mientras tanto, otras tramas secundarias se desarrollan con intensidad: Samuel revela información crucial a María Fernández sobre Adriano, y Candela enfrenta dilemas familiares. Estos dos episodios prometen mantener a los televidentes enganchados con emociones intensas y revelaciones sorprendentes.

Un Nuevo Comienzo para Curro

Curro regresa a La Promesa, pero no como muchos esperaban. Ahora ocupa un puesto humilde como lacayo, lo que genera conflicto entre quienes creían que este acuerdo rompería las condiciones pactadas anteriormente con la Casa Real. Aunque algunos miembros del servicio lo reciben con entusiasmo, otros están confundidos sobre cómo interactuar con él en su nueva posición.

Este cambio en la vida de Curro desencadena una serie de reacciones complejas entre los personajes. Leocadia, particularmente, expresa su insatisfacción hacia Alonso debido a esta decisión, argumentando que contradice el trato inicial. Sin embargo, Curro encuentra apoyo incondicional entre aquellos que valoran su carácter más allá de su título. Este contraste resalta la dinámica social dentro de La Promesa y pone a prueba las lealtades y expectativas de todos los involucrados.

El Duelo de Manuel y la Búsqueda de Consuelo

Manuel lucha por superar la devastadora pérdida de Jana, buscando refugio en su trabajo diario dentro de la finca. Catalina intenta persuadirlo para que postergue su partida hacia Italia hasta después del nacimiento de su hijo, ofreciendo así un espacio de estabilidad emocional durante estos momentos difíciles.

A lo largo del capítulo, Manuel profundiza aún más en sus responsabilidades como una forma de mitigar su dolor. Sin embargo, un encuentro imprevisto con los arrendatarios, acompañado por Martina, reaviva sus emociones de manera inesperada, recordándole la ausencia de Jana. Paralelamente, María Fernández busca consuelo en su trabajo, ignorando sus propias limitaciones físicas, hasta que una discusión con Petra alcanza un punto crítico, llevando a una confrontación inevitable.