En un momento lleno de serenidad, el líder religioso argentino hizo un gesto significativo hacia su cuidador personal. Este gesto simbolizaba una despedida tranquila y respetuosa. Massimiliano Strappetti, quien estuvo siempre presente para atender sus necesidades durante todo el día y la noche, fue testigo de este acto conmovedor. Fue en ese instante cuando el líder espiritual mostró su aceptación frente a lo inevitable.
La transición final ocurrió de manera rápida y sin sufrimiento, según informaron desde el lugar donde ocurrieron los hechos. Tras presentar señales previas que alertaron sobre su delicado estado, poco más de una hora después, entró en un profundo silencio eterno. Esta situación se comunicó oficialmente con palabras que destacaban la paz con la que todo transcurrió.
El legado de este líder trasciende su partida física, dejando una enseñanza sobre cómo enfrentar los momentos finales con dignidad y calma. Su conexión humana con quienes lo rodeaban refleja una vida dedicada al servicio y al bienestar de otros. En su despedida, nos recuerda la importancia de vivir cada instante con plenitud y gratitud.