El ente regulador de la Unión Europea ha emitido una evaluación preliminar acerca del cumplimiento por parte de TikTok de las disposiciones establecidas en la Ley de Servicios Digitales (DSA). Según Bruselas, la plataforma no estaría proporcionando información crucial relacionada con el contenido publicitario y su financiamiento. Este incumplimiento potencial podría derivar en sanciones económicas que superan los 2.000 millones de euros. La investigación se centra en aspectos como la transparencia publicitaria, la gestión algorítmica y la protección de datos sensibles.
La Comisión Europea ha llevado a cabo un análisis exhaustivo basado en documentación interna de TikTok, pruebas técnicas y testimonios de expertos en el sector digital. Durante este proceso, se constató que la red social china carece de mecanismos adecuados para divulgar quién financia ciertos anuncios y cuál es su alcance específico entre los usuarios. Este vacío informativo genera preocupaciones sobre posibles campañas fraudulentas o manipulación cibernética, especialmente durante eventos electorales clave.
Además del tema publicitario, el expediente también aborda otros desafíos asociados a TikTok. Entre ellos destacan los efectos psicológicos negativos generados por sus algoritmos, tales como la adicción conductual y el fenómeno conocido como "ensimismamiento". También se investiga cómo maneja la plataforma la verificación de edades y si cumple con estándares elevados de privacidad y seguridad infantil. Estos factores son cruciales debido al perfil joven predominante entre sus usuarios.
Otro frente abierto es una segunda pesquisa iniciada en diciembre de 2024, donde se evalúa el papel de TikTok en la gestión de riesgos vinculados al discurso político y democrático. Aunque esta última investigación sigue en curso, ya ha generado debates importantes sobre la influencia de plataformas digitales en procesos sociales y políticos.
TikTok tiene ahora la oportunidad de ejercer sus derechos de defensa, revisar documentos oficiales y responder formalmente a estas inquietudes planteadas por la Comisión Europea. Si las conclusiones actuales se mantienen tras un análisis más profundo, la compañía enfrentará una multa significativa que podría representar hasta el 6% de sus ingresos globales. Este caso marca un hito en la supervisión regulatoria de grandes tecnológicas dentro de Europa.