El desayuno es clave en la rutina diaria, especialmente para los niños. Desde temprana edad, se inculca la importancia de comenzar el día con una comida nutritiva que aporte vitalidad y energía. En este contexto, reconocidas chefs como Monserrat Castillejo y Gina Rangel han impartido talleres innovadores enfocados en crear recetas saludables que no solo nutren, sino que también emocionan a los pequeños del hogar. Estas actividades forman parte de iniciativas como las realizadas por Fundación Herdez, específicamente su programa Saber Nutrir, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de familias vulnerables mediante hábitos alimenticios adecuados.
La chef Monserrat destaca que más allá del desayuno, todas las comidas deben ser equilibradas. Propone adoptar el concepto del "plato del buen comer", donde cada alimento esté distribuido según sus grupos nutricionales para cubrir todas las necesidades de los niños. Según ella, lo ideal no es imponer dietas estrictas ni restringir ciertos alimentos, sino fomentar un consumo balanceado. Además, recomienda experimentar en la cocina utilizando ingredientes creativos y ricos en nutrientes. "Hoy en día, gracias a recursos como internet, podemos encontrar ideas prácticas y accesibles para preparar platos divertidos que capten la atención de los pequeños", aseguró.
Involucrar a los niños en la preparación de sus propios alimentos puede transformar una tarea cotidiana en un momento especial. Para facilitar este proceso, Monserrat sugiere planificar menús anticipadamente, comprar ingredientes frescos y dedicar tiempo durante el fin de semana para prepararlos. Por ejemplo, uno de los platos sugeridos son tostadas decoradas con frutas que simulan animales, como búhos, haciendo que la experiencia sea visualmente atractiva. Otro ejemplo es la preparación de panqueques de avena adornados con bayas y fresas, ofreciendo un festín tanto para el paladar como para la vista. Estas estrategias no solo promueven hábitos saludables, sino que también fortalecen los vínculos familiares.
Cuando se enseña a los niños sobre la importancia de una alimentación adecuada, se les brinda una herramienta fundamental para su desarrollo físico y mental. Al incorporar creatividad en la cocina, se convierte en una oportunidad para aprender y disfrutar juntos. Fomentar esta práctica desde temprana edad contribuye a construir una sociedad más consciente y comprometida con su bienestar general.