Después de un desempeño destacado en la tercera ronda del Abierto de Australia, Jannik Sinner ha enfrentado tanto éxitos como controversias. Su victoria sobre Marcos Giron fue seguida por sesiones de fisioterapia con Ulises Badio para mantener su condición física óptima. A pesar de las acusaciones de dopaje y críticas de compañeros, Sinner mantiene su enfoque y confianza en su equipo. Además, revela su rutina de sueño como clave para su éxito. Su próximo rival será Holger Rune, quien representa un desafío más serio.
Jannik Sinner ha demostrado que una adecuada preparación y recuperación son fundamentales para mantenerse al máximo nivel. Tras cada partido, se somete a sesiones de fisioterapia con Ulises Badio, ex fisioterapeuta de Novak Djokovic, para asegurar que sus músculos estén en perfectas condiciones. Este proceso es parte integral del cuidado que recibe de su equipo, lo que le ha permitido acumular 17 victorias consecutivas desde octubre del año pasado.
Su régimen de recuperación incluye largas horas de sueño, llegando incluso a dormir 10 horas antes de un partido y tomar siestas breves justo antes de competir. Según Badio, estas prácticas no solo mejoran su rendimiento físico sino también cognitivo, aumentando la cantidad de neuronas y facilitando el procesamiento de información. Esta combinación de técnicas le ha permitido mantener un estado de concentración y eficiencia excepcionales durante los partidos, algo que ha sido crucial para su éxito continuo en el circuito.
Además de su desempeño en cancha, Sinner ha tenido que lidiar con acusaciones de dopaje y críticas de otros jugadores. Pese a la amenaza de sanción por presunto dopaje, que será resuelta por el Tribunal de Arbitraje Deportivo en abril, el jugador italiano mantiene su calma y confía en su equipo. Las críticas de compañeros como Nick Kyrgios y Novak Djokovic no parecen afectarlo, ya que insiste en que no ha hecho nada malo y prefiere centrarse en su juego.
Desde que se diera a conocer su doble positivo por Clostebol en marzo de 2024, Sinner ha tomado medidas drásticas para limpiar su imagen. Despidió a su fisioterapeuta Giacomo Naldi y a su preparador físico Umberto Ferrara, quienes fueron señalados como responsables de la contaminación. También anunció la retirada de su entrenador Darren Cahill este año. A pesar de estos desafíos, Sinner sigue adelante, enfocado en su próximo partido contra Holger Rune y en seguir construyendo su legado en el tenis.