El destacado director y guionista estadounidense Robert Benton, creador de obras maestras cinematográficas como "Kramer contra Kramer" y "En un lugar del corazón", ha fallecido a los 92 años en Manhattan. Este artista influyente comenzó su trayectoria en el mundo editorial antes de convertirse en una figura clave del cine de autor en Hollywood. Su habilidad para combinar una sensibilidad dramática con un estilo narrativo clásico dejó huella en la industria. Además de su trabajo tras las cámaras, contribuyó al desarrollo de actores legendarios como Meryl Streep, Dustin Hoffman y Paul Newman.
Una Vida Dedicada al Arte Cinematográfico
En una soleada tarde dominical en mayo de 2025, se anunció desde Nueva York el sensible fallecimiento de Robert Benton. Este nativo de Waxahachie, Texas, marcó un hito en la historia del cine con su transición desde la dirección de arte en la revista Esquire hacia el universo cinematográfico. En colaboración con David Newman, Benton coescribió el icónico guion de "Bonnie and Clyde", cuya inicial rechazo por varios estudios dio paso a un fenómeno cultural bajo la dirección de Arthur Penn.
Su debut como director llegó con "Pistoleros en el infierno". Sin embargo, fue en 1979 cuando alcanzó el éxito rotundo con "Kramer contra Kramer", obra que obtuvo cinco premios Oscar, consolidando su posición en la industria. Posteriormente, continuó creando películas memorables como "En un lugar del corazón" y "Ni un pelo de tonto". A lo largo de su carrera, Benton también participó en documentales y recibió importantes reconocimientos por sus logros como guionista.
Desde sus primeros pasos hasta su última película, "La cosecha de hielo", Benton demostró ser un narrador único capaz de explorar temas profundos y emocionales.
Como periodista reflexionando sobre esta pérdida, me doy cuenta de cómo la obra de Robert Benton sigue inspirando a nuevas generaciones de cineastas. Su capacidad para capturar la complejidad humana y transformarla en historias inolvidables deja un legado imborrable. Nos recuerda que el arte cinematográfico tiene el poder de conectar corazones y mentes más allá de las barreras del tiempo.