El ex lateral brasileño, Marcelo Vieira da Silva, quien brilló durante dieciséis años en el Real Madrid y recientemente terminó su carrera en el Fluminense, ha anunciado oficialmente su retirada como futbolista profesional. A pesar de esto, asegura que aún tiene mucho que ofrecer al mundo del fútbol. Marcelo recordó con emoción a su abuelo Pedro, figura fundamental en su camino hacia la profesión, y destacó los momentos inolvidables vividos en el Bernabéu, así como sus logros con la selección brasileña.
Un Legado Inigualable en el Real Madrid
Marcelo se convirtió en un ícono del Real Madrid tras llegar al club con solo 18 años en 2006. Durante su estancia, formó una familia en Madrid y conquistó 25 títulos, incluyendo cinco Champions League. Su dedicación y talento lo llevaron a ser uno de los capitanes del equipo y a vivir noches mágicas en el estadio Santiago Bernabéu. La afición madridista lo considera más que un jugador, sino parte de la historia del club.
La trayectoria de Marcelo en el Real Madrid fue impresionante. Desde su llegada hasta su partida en 2022, disputó 546 partidos, convirtiéndose en el tercer jugador extranjero con más encuentros en el equipo. Ganó cinco Copas de Europa, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, seis Ligas, dos Copas del Rey y cinco Supercopas de España. Su presencia en el campo fue crucial para el éxito del equipo, y su carisma fuera de él lo hizo querido por todos los aficionados. Aunque nunca se consideró una leyenda, Marcelo dejó un legado imborrable en el corazón del madridismo.
Regreso a las Raíces y Honores Internacionales
Marcelo cerró su carrera profesional regresando a sus orígenes en el Fluminense, donde comenzó todo. Además de ganar importantes títulos con este club, ayudó a construir un legado para las nuevas generaciones de jugadores. También tuvo un breve paso por el Olympiacos griego antes de volver definitivamente a Brasil. Con la selección brasileña, Marcelo disputó 58 partidos y marcó seis goles, participando en dos Juegos Olímpicos y conquistando una Copa Confederaciones.
Sus primeros pasos en el fútbol profesional fueron en el Fluminense, donde aprendió y creció como futbolista. Tras su exitosa etapa en el Real Madrid y un breve paso por Grecia, decidió regresar a su amado Fluminense para cerrar su carrera con broche de oro. En este retorno, Marcelo contribuyó significativamente a la obtención de tres títulos, entre ellos la Copa Libertadores, uno de los trofeos más prestigiosos del continente sudamericano. Este logro lo convirtió en uno de los pocos jugadores en la historia en ganar tanto la Champions League como la Copa Libertadores. Además, su participación con la selección brasileña fue memorable, representando a su país en competiciones internacionales y conquistando importantes medallas olímpicas. A través de su vida en el fútbol, Marcelo honró siempre sus raíces y dejó un legado duradero tanto en Brasil como en el escenario internacional.