Cuando se habla de un Clásico, la seguridad es la prioridad número uno. En este choque titánico, previsto para reunir a más de 54.000 espectadores en Montjuïc, la preparación comienza semanas antes del evento. El estadio se convierte en una fortaleza vigilada por más de 700 agentes policiales, casi el doble de los efectivos habituales en partidos regulares.
Además de la presencia policial, se implementan medidas adicionales como la activación de servicios antidrones y Mossos D’Esquadra PG-ME. Estas estrategias buscan garantizar que ningún incidente altere la armonía del encuentro. Un aspecto novedoso es la tramitación del NOTAM, que restringe el vuelo de drones no autorizados en el área cercana al estadio, asegurando un control exhaustivo del espacio aéreo.
Más allá de la seguridad física, el Clásico también depende de un equipo técnico que analiza cada detalle táctico y estadístico. LaLiga despliega un sistema avanzado para monitorear cada pase, regate y movimiento estratégico en el campo. Por ejemplo, el FC Barcelona lidera en recuperaciones en ventaja y juego en profundidad, mientras que su capacidad para provocar fuera de juego al Madrid es notable, con un promedio de 12 en el primer enfrentamiento de la temporada.
Los jugadores clave que marcarán diferencias son Raphinha y Lamine Yamal por parte del Barça, y Vinicius y Mbappé del Madrid. Estas estadísticas no solo reflejan habilidades individuales, sino también cómo cada equipo adapta su estrategia para contrarrestar las fortalezas del contrario. Este análisis técnico eleva el nivel competitivo del Clásico, transformándolo en un duelo intelectual tanto como físico.
La transmisión del Clásico exige tecnología de punta para capturar cada segundo de emoción. Para este evento, el número habitual de cámaras se duplica, pasando de 20 a 40 unidades. Además, se incorporan ocho cámaras super slow y cinco high speed, permitiendo ver movimientos imperceptibles a simple vista.
El despliegue técnico incluye cuatro cámaras de travelling, una cámara cenital que recorre el estadio a 40 metros de altura y un dron que ofrece vistas panorámicas únicas. Más de 500 profesionales trabajan coordinadamente para garantizar una cobertura periférica e inmersiva, utilizando dos unidades móviles 4K, motocicletas y equipos especializados en transmitir la experiencia completa del Clásico a millones de espectadores en todo el mundo.
Antes incluso del pitazo inicial, el protocolo ya está en marcha. La protección del hotel donde se alojan los equipos es tan crucial como la seguridad dentro del estadio. Desde el acompañamiento policial hasta el control de aficionados ultras, cada detalle es supervisado meticulosamente.
La tranquilidad durante el partido no depende únicamente de la seguridad física; factores como el marcador, la actitud de los jugadores y las decisiones arbitrales también juegan un papel fundamental. Esta combinación de elementos crea un ambiente electrizante que define al Clásico como un evento irrepetible en el calendario futbolístico mundial.