El corazón de Catarroja latió con fuerza cuando los Reyes Felipe VI y Letizia, acompañados por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, realizaron una visita sorpresa a esta localidad valenciana. Este gesto no estaba contemplado en la agenda oficial, pero sin duda dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de los vecinos. La cercanía y la disposición de la Familia Real para interactuar con la gente durante más de media hora fue un bálsamo para quienes aún sienten las secuelas de la tragedia.
La administración de loterías número 5 de Catarroja fue la encargada de repartir el tercer premio, que ascendió a 500 mil euros por serie y 50 mil euros por décimo. Esta noticia trajo consigo una ola de optimismo y esperanza a un pueblo que había sufrido pérdidas irreparables debido a la DANA. Los habitantes, quienes habían perdido todo en cuestión de minutos, encontraron en este premio una luz al final del túnel. No solo era una recompensa económica, sino también un símbolo de que la comunidad no había sido olvidada.
Las redes sociales se llenaron de imágenes y testimonios que reflejaban la emoción de ese momento. Vecinos compartieron fotos y videos de la celebración, destacando la importancia de la presencia real en un contexto donde la reconstrucción sigue siendo un desafío diario. “Gracias por venir a Catarroja porque con vuestra presencia hacéis que no nos olviden”, expresó un comerciante local, resumiendo el sentir de muchos.
Desde el inicio de la crisis, los Reyes han estado presentes en varias ocasiones en las zonas afectadas por la DANA. Su primera visita a Paiporta, marcada por la tensión y la angustia, dejó ver a un monarca y una reina profundamente conmovidos por el dolor de los habitantes. En esa ocasión, Felipe VI y Letizia intentaron ofrecer consuelo y apoyo a quienes habían perdido todo. Desde entonces, su compromiso con la región no ha cesado.
El 12 de noviembre, el Rey regresó a la Comunidad Valenciana para encontrarse con las unidades militares que trabajaban incansablemente en las labores de limpieza y rescate. Posteriormente, el 19 de noviembre, cumpliendo con su promesa, visitaron Chiva, Utiel y Letur, recibidos con aplausos y muestras de cariño. Finalmente, el 9 de diciembre acudieron a la misa funeral en la catedral de Valencia, en homenaje a las víctimas de la tragedia. Estas acciones demostraron que la Familia Real no solo está presente en momentos de gloria, sino también en los de mayor adversidad.
Más allá de Catarroja, otras localidades como Paiporta (Valencia) y Letur (Albacete), también azotadas por las intensas lluvias, tuvieron la fortuna de recibir un premio significativo en la lotería. El cuarto premio, dotado de 200 mil euros, llegó gracias al número 77.768. Este premio fue un rayo de esperanza para comunidades que luchan día a día por recuperarse. La llegada del dinero permitió impulsar proyectos de reconstrucción y revitalizar la economía local, proporcionando un alivio tangible a familias que lo necesitaban.
La historia de Catarroja es un ejemplo de cómo, en los momentos más difíciles, pequeños gestos pueden tener un impacto enorme. La lotería y la visita real no solo trajeron consigo un alivio económico, sino también un mensaje claro: la comunidad no está sola en su camino hacia la recuperación. La solidaridad y el apoyo continuado son elementos cruciales para superar cualquier obstáculo, y en este caso, han servido como un catalizador para la esperanza y la renovación.