La familia real danesa celebró el inicio del 2025 con una cena de gala que marcó un hito histórico. Por primera vez, Federico y Mary asistieron como reyes, destacando especialmente el atuendo elegido por la Reina Mary. Este evento también ofreció un vistazo a las joyas y vestidos emblemáticos que han sido parte de la historia real danesa durante siglos.

El Estilo Majestuoso de Mary de Dinamarca

Mary de Dinamarca deslumbró en su primera aparición oficial como reina en esta celebración anual. Su elección de vestuario fue significativa, no solo por su belleza sino también por su conexión histórica con anteriores monarcas. El diseño elegido refleja tanto su personalidad como su respeto hacia la tradición real.

La Reina optó por un vestido verde de terciopelo y encaje, recuperando un diseño originalmente usado por Birgit Hallstein. Esta prenda, presentada en su retrato oficial, combina un cuerpo de terciopelo verde oscuro con delicados detalles de encaje en las mangas y el escote. La elección de este color verde es particularmente notoria, ya que se coordina perfectamente con las joyas de esmeraldas que lució. Estas piezas, incluyendo una tiara y pendientes tipo chandelier, tienen un linaje que se remonta a la época de la reina Sofía Magdalena en el siglo XVIII. Las joyas, heredadas según el testamento de la reina, simbolizan la continuidad y el legado real.

Un Toque Personal y Familiar

Acompañándola en esta ocasión, otras miembros de la familia real también destacaron con sus propios estilos distintivos. Cada detalle en sus atuendos revela historias y conexiones personales dentro de la dinastía.

La princesa Marie eligió un vestido de terciopelo azul marino con un escote en V y manga larga, diseñado por Rikke Gudnitz. Este look se complementaba con la tiara floral de la princesa Dagmar, un regalo prestado por la reina Margarita II para su boda en 2008. Además, Marie recicló sus salones Romy 100 de Jimmy Choo, que había llevado previamente en eventos oficiales. No menos importante, la presencia de la reina Margarita II añadió un toque nostálgico a la velada. Ella, quien abdicó en enero de 2024, reapareció con un vestido de terciopelo azul y un abrigo de piel, junto con la tiara floral Aigrette. Este conjunto refleja tanto su papel histórico como su relación continua con la nueva generación de monarcas.