En un viaje nostálgico por el tiempo, los legendarios hermanos Javier y Pedro Herrero Pozo regresaron a la luz pública para recordar sus inicios como estrellas adolescentes. Conocidos simplemente como Pecos, este dúo musical español ha dejado una huella indeleble en la cultura popular de España. En su reciente aparición en El Hormiguero, estos artistas compartieron anécdotas sobre su ascenso meteórico y el retorno a los escenarios después de dos décadas alejados del mundo del espectáculo.

Un Regreso Triunfal a los Escenarios

En medio de un otoño dorado, los hermanos Herrero Pozo volvieron al primer plano con una serie de conciertos que han superado todas las expectativas. Este retorno no fue solo un acto de nostalgia, sino también una celebración de su legado musical. La historia detrás del nombre Pecos, formado por las sílabas "Pe" y "Co", es tan simple como ingeniosa. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención fue cómo esta dupla logró mantenerse unida a pesar de los desafíos que enfrentaron en su juventud.

Javier y Pedro, ahora con 64 y 62 años respectivamente, reflexionaron sobre los días en que eran casi prisioneros de su propia fama. Las multitudes ansiosas y la presión mediática llegaron a ser abrumadoras, especialmente cuando apenas tenían 15 y 17 años. Ellos recordaron haber perdido su privacidad, incluso en su propio hogar, donde las llamadas telefónicas eran interrumpidas por fans desconocidas. A pesar de esto, siempre mantuvieron los pies en la tierra gracias al apoyo de sus seres queridos.

La visita a El Hormiguero permitió a los hermanos abrirse más allá de su música. Pedro reveló secretos de la infancia de Pablo Motos, quien resultó ser una estrella local en Requena durante su juventud. Estas historias no solo proporcionaron momentos de humor, sino que también ofrecieron una visión íntima de los orígenes humildes de los invitados.

Además, la conversación se centró en cómo la fama afectó sus vidas personales. Pedro confesó que llegó a sentirse agobiado por la presión constante y decidió retirarse para dedicarse a su familia. Sin embargo, la llamada de la música fue irresistible, y finalmente aceptaron la propuesta de volver a los escenarios, impulsados por la promesa de revivir los grandes éxitos que tanto amaban sus seguidores.

Desde entonces, han experimentado un éxito renovado, con conciertos que han ido más allá de las expectativas iniciales. Este regreso no solo celebra su talento musical, sino también la resiliencia y el amor fraternal que les ha permitido superar los obstáculos del pasado.

Al final de la entrevista, los hermanos compartieron risas y reflexiones sobre cómo la vida ha cambiado desde aquellos días de gloria juvenil. Su mensaje claro es que, pase lo que pase, nunca olviden de dónde vienen y qué es lo verdaderamente importante en la vida.

Como espectador, uno no puede evitar admirar la humildad y sinceridad con las que Pecos compartieron su historia. Este encuentro nos recuerda que, independientemente del nivel de éxito alcanzado, es fundamental mantenernos fieles a nuestros valores y raíces. Además, subraya la importancia de equilibrar la ambición profesional con una vida personal plena y satisfactoria.