El gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha una iniciativa con recompensas económicas que podrían alcanzar hasta diez millones de dólares. Esta medida busca obtener información crucial para desarticular las redes financieras del partido-milicia chií libanés Hezbolá, específicamente en la región de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. Según el Departamento de Estado, Hezbolá utiliza diversas actividades ilegales como lavado de dinero, tráfico de drogas y contrabando para financiar sus operaciones. Además, recibe apoyo directo de Irán, lo que eleva aún más su capacidad económica anual a aproximadamente mil millones de dólares.
Desde su designación como organización terrorista extranjera en 1997, Estados Unidos ha mantenido una postura firme contra Hezbolá. En esta ocasión, se enfatiza la necesidad de detener no solo a los miembros activos, sino también a aquellos que facilitan su financiación mediante negocios ilícitos o corrupción. La región fronteriza suramericana es un punto estratégico debido a la complejidad de sus conexiones financieras internacionales.
En detalle, el programa ofrece incentivos monetarios por datos que revelen fuentes de ingresos vinculadas a Hezbolá, incluyendo donantes, instituciones financieras cómplices y empresas pantalla dedicadas al comercio de tecnología dual uso. Asimismo, investigan actividades comerciales extendidas en América Latina, tales como construcción e importación-exportación de mercancías.
La Administración Trump refuerza su compromiso al señalar que estas redes generan enormes sumas mediante actividades ilegales como el tráfico de diamantes, cigarrillos y artículos de lujo. También menciona la falsificación de documentos y monedas estadounidenses como parte de su estrategia financiera.
Con este programa, que ya ha distribuido más de 250 millones de dólares desde su inicio en 1984, el Departamento de Estado espera resolver amenazas globales contra la seguridad nacional. A través de aplicaciones modernas como Signal, Telegram o WhatsApp, cualquier persona puede contribuir de manera confidencial.
Esta campaña subraya la determinación de Estados Unidos por combatir el alcance global de Hezbolá, especialmente sus vínculos con Teherán. Al proporcionar canales seguros y recompensas significativas, buscan movilizar recursos internacionales para debilitar financieramente a una organización considerada altamente peligrosa.