Este artículo presenta una selección de plantas adaptadas a los climas marítimos templados, inspirándose en las regiones verdes de España. Se destacan especies que aprovechan al máximo el colorido del otoño y la primavera temprana. Entre ellas se mencionan árboles ornamentales, arbustos floridos y vivaces duraderas que no solo embellecen el paisaje sino que también fomentan la biodiversidad local. La autora comparte sus recomendaciones para crear un jardín sostenible y vistoso en estas condiciones climáticas únicas.
La elección de árboles adecuados puede transformar cualquier espacio verde. En este tipo de clima, se sugieren especímenes que brinden interés visual durante todo el año, especialmente en las estaciones de transición. Algunos ejemplos destacados incluyen especies que ofrecen espectaculares colores otoñales y que son beneficiosas para la fauna local.
El liquidámbar emerge como una opción ideal gracias a su capacidad para resistir condiciones adversas mientras proporciona un espectáculo cromático en otoño. Sus semillas nutren numerosas especies de aves y roedores, contribuyendo a la cadena alimenticia local. Combinado con diferentes variedades de arces, crea un mosaico de tonos y texturas fascinantes. Los arces japoneses y montepellanos añaden profundidad y diversidad al jardín, especialmente cuando sus hojas adoptan tonos carmesí y dorado al finalizar el ciclo vegetativo.
Para completar el diseño del jardín, es esencial seleccionar plantas perennes y arbustos que promuevan la biodiversidad y sean resistentes a las condiciones locales. Estas especies deben ser capaces de florecer en momentos clave del año y tolerar suelos variados.
Entre los arbustos sobresalen opciones que florecen temprano en primavera y lucen vibrantes colores otoñales. Las magnolias estrelladas y el cornejo florido se adaptan bien a suelos ácidos o neutros, integrándose perfectamente bajo coníferas existentes. Para los amantes de las flores, existen vivaces ideales que florecen en distintas épocas del año. La Stachys officinalis y el Symphyotrichum oblongifolium son excelentes para crear ecosistemas sostenibles, aportando belleza y alimento a polinizadores. Además, complementan armoniosamente las tonalidades otoñales de otros elementos del jardín, como hierbas ornamentales.