Este año, las celebraciones navideñas en Suecia se entrelazan con el cumpleaños de la Reina Silvia, creando un ambiente festivo único. La familia real ha reunido a sus miembros, incluyendo a los príncipes que han regresado de diferentes partes del mundo. Los monarcas suecos esperan nueve nietos durante estas fiestas y han sido vistos preparándose para la ocasión con actividades tradicionales. Además, la gastronomía juega un papel esencial, destacando platos como salmón, pavo y cordero, así como postres especiales que son favoritos de la realeza.

Tradición y Familia en Drottningholm

La celebración navideña en el palacio de Drottningholm es un encuentro que une generaciones. En este lugar histórico, la familia real mantiene vivas las costumbres ancestrales, buscando el árbol de Navidad en el bosque y decorándolo con cuidado. Este ritual simboliza la conexión entre la naturaleza y la tradición, mientras los más pequeños disfrutan con el elfo que trae regalos en su trineo.

El Stensalen se transforma en el corazón de la celebración, donde la chimenea ilumina el espacio y crea un ambiente acogedor. Durante siglos, los Bernadotte han compartido momentos especiales en este lugar, fortaleciendo los lazos familiares. El espíritu de la Navidad se siente en cada rincón, desde la búsqueda del árbol hasta la preparación meticulosa de los regalos, todo impregnado de una atmósfera llena de magia y recuerdos.

Gastronomía Real: Sabores de Tradición y Modernidad

El menú navideño de la familia real sueca es un homenaje a la tradición culinaria. Platos clásicos como el salmón, el pavo y el cordero se combinan con guisos de pescado que el Rey prepara con maestría. Aunque se han incorporado opciones vegetarianas para adaptarse a las preferencias de algunos miembros, el sabor a tradición sigue siendo predominante.

Uno de los postres estrella es el Weihnachtstollen, un pan de frutas y pasas de origen alemán, aromatizado con coñac. Este dulce es el favorito de la Reina Silvia y goza de gran popularidad en el palacio. Su preparación requiere tiempo y dedicación, pero el resultado es un manjar que deleita a todos los presentes. El pavo navideño, por su parte, se prepara con un relleno especial que incluye manzana, ciruelas secas y beicon, lo que le confiere un sabor único. La salsa de carne que acompaña al pavo es elaborada con jugos del propio ave, vino blanco y caldo, creando una combinación perfecta que embellece aún más la mesa real.