La Audiencia Provincial de Granada ha tomado la decisión de iniciar un proceso judicial contra Juana Rivas por la sustracción de su hijo Daniel, una situación que se ha extendido por los últimos siete meses. Esta medida implica que Rivas ahora se encuentra formalmente acusada por estos hechos y deberá enfrentar las consiguientes diligencias penales. La resolución judicial subraya la gravedad de las acciones de la acusada y su persistente desobediencia a las órdenes de los tribunales italianos, que habían establecido la necesidad de que el menor regresara a Italia, donde reside su padre.
En un documento contundente al que este medio ha tenido acceso, el tribunal granadino respalda plenamente las valoraciones emitidas por la corte civil italiana. Esta última había señalado que Rivas \"alejó al niño arbitrariamente de su entorno vital en Cerdeña, sin considerar el impacto psicológico que esto tendría sobre él\". Se argumenta que la madre ha mantenido una \"conducta dirigida a alterar el régimen de custodia, reteniéndolo en su compañía en incumplimiento de lo dispuesto por la autoridad italiana\", siendo plenamente consciente de su obligación de restituir al menor.
Según la Audiencia Provincial, Rivas habría \"provocado la emisión de una resolución judicial cautelar\" por parte de un juzgado de guardia el 7 de enero, lo que le permitió retener al menor. Sin embargo, esta situación se tornó \"ilícita\" un mes después, el 18 de febrero, cuando la justicia italiana dictaminó que Daniel debía retornar a su país de residencia. El tribunal granadino, al responder a una denuncia presentada por el abogado de Francesco Arcuri (el padre), Enrique Zambrano, ha criticado duramente la decisión de la jueza de guardia que permitió a Rivas quedarse con el niño en Granada, calificándola de \"precipitada\". Incluso se cuestiona la credibilidad de la declaración del menor, a pesar de que fue considerada \"seria y convincente\" por la ministra Sira Rego, en la que Daniel supuestamente expresó su deseo de quedarse con su madre.
Es crucial destacar que esta misma Audiencia ha puesto en duda la determinación de la jueza de guardia, Susana Vega, al considerar que, menos de un mes antes, el 6 de diciembre, Daniel había manifestado ante un juez en Cagliari su voluntad de vivir en Cerdeña con su padre. Además, dos sentencias previas ya habían resaltado las \"manipulaciones\" de la madre con el objetivo de \"socavar el vínculo paterno-filial\". En cualquier caso, el tribunal sostiene que, a partir del 18 de febrero, Rivas era consciente de su obligación de devolver a su hijo al padre y, al negarse a hacerlo, se configura una causa por sustracción.
Cabe recordar que Juana Rivas ya fue sentenciada por sustracción de sus hijos en el periodo 2016-2017, siendo los menores entonces de 16 meses. La pena, que ascendía a dos años y medio de prisión, fue indultada por el Gobierno bajo la condición de que no reincidiera en un plazo de cuatro años. Dado que aún no se ha cumplido este periodo desde el indulto, dicha gracia podría ser revocada. La resolución judicial enfatiza la \"seriedad de la conducta\" y la \"intención deliberada de Juana Rivas de incumplir\" las sentencias emitidas por los tribunales.
Asimismo, la Audiencia se hace eco del contenido de la sentencia civil italiana del 18 de febrero, que resulta contundente. Dicha sentencia señala: \"Los maltratos que [Rivas] afirma haber sufrido, y las situaciones intolerables y peligrosas para el menor que denuncia, parecen ser el resultado de su voluntad de desdibujar la figura paterna frente a sus hijos y de asegurar su posesión exclusiva sobre ellos\". Otro fragmento de la sentencia añade: \"Rivas persiste activamente en la instrumentalización de sus hijos en el contexto del conflicto con Arcuri, demostrando no solo que no desea alcanzar ningún acuerdo que permita una mínima distribución de la paternidad, sino, sobre todo, que carece de consideración y respeto por las necesidades, sentimientos y deseos de Daniel, quien, además, como ha señalado Arcuri durante el proceso, ha sido sobreexpuesto en los medios de comunicación sin justificación alguna, al igual que su hermano\". De manera inusual, la sentencia prosigue calificando las actitudes de la madre como \"patológicas\": \"Rivas, a pesar de que Daniel siempre ha vivido en Carloforte y tiene allí su hogar, sus compañeros de escuela y sus amigos, por segunda vez lo aparta arbitrariamente del entorno vital en el que había crecido hasta ese momento, sin considerar el impacto psicológico sobre el propio menor\".
El niño debe ser entregado a su padre este viernes, en cumplimiento de la sentencia civil italiana. Este será el segundo intento, tras el frustrado el pasado martes debido a la actitud obstruccionista de su hermano, Gabriel. La saga legal en torno a la custodia del menor, Daniel, y la imputación de Juana Rivas por su retención, evidencia un complejo entramado judicial que ha puesto de manifiesto la intransigencia de la madre en acatar las resoluciones. La justicia ha sido clara al señalar su desprecio por las necesidades y sentimientos del menor, así como su persistente manipulación para mantener el control exclusivo, ignorando el bienestar emocional de su hijo.