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La Baronesa Thyssen: Un Legado de Arte y Pasión
2025-01-31

La baronesa Thyssen, conocida por su incansable dedicación al arte y su capacidad para sorprender, se ha consolidado como una figura imprescindible en el mundo del arte español. Su Museo Thyssen en Madrid es un referente global, mientras que su proyecto en Barcelona promete ser una nueva joya cultural. Tita Cervera, destacada mecenas y coleccionista, nos comparte sus reflexiones sobre arte, amor y vida, revelando una personalidad genuina y auténtica que ha marcado un antes y un después en el panorama artístico español.

El compromiso de la baronesa con el arte trasciende lo material. Desde su infancia, rodeada de pinturas y museos, hasta su matrimonio con el barón Heini, donde aprendió a coleccionar obras maestras, su trayectoria es un testimonio de pasión y dedicación. La baronesa explica cómo su padre y madre le inculcaron el amor por el arte desde muy joven, llevándola a estudios de pintura y museos. Con Lex Barker, su primer esposo, adquirieron obras para disfrutarlas en privado, pero fue con Heini que descubrió el mundo de la colección. "Heini me abrió un mundo maravilloso", recuerda con gratitud.

Su visión de democratizar el arte es fundamental en su legado. Para ella, las obras de arte no deben ser propiedad exclusiva de unos pocos, sino accesibles a todos. Este principio guía tanto sus acciones como las de su difunto esposo. "Las obras de arte tienen que ser para el mundo, no para uno solo", afirma. Esta filosofía se refleja en sus proyectos museísticos, donde busca que el público pueda disfrutar de piezas únicas. El nuevo museo en Barcelona, ubicado en el antiguo Cine Comedia, es un ejemplo de esta misión, transformando un espacio icónico en un templo del arte.

La baronesa también habla con franqueza sobre su vida personal y familiar. Reconoce haber vivido varias vidas, cada una llena de desafíos y alegrías. Agradece profundamente a Dios por sus hijos y se siente orgullosa de ellos. "Doy gracias a Dios por haberme dado estos hijos", expresa con emoción. Sobre su futuro, confía en que Borja, Sabina y Carmen estén preparados para continuar su labor. Además, revela su amor por los pequeños placeres, como su colección de Swarovski, que le brindan alegría cotidiana.

Más allá de su contribución al arte, la baronesa destaca por su autenticidad y humildad. Cree firmemente en hacer las cosas con ilusión y sin buscar reconocimiento. "Yo hago las cosas porque soy feliz haciéndolas", asegura. Esta actitud se refleja en su vida diaria y en su relación con el arte. Pintar, por ejemplo, es una actividad que la libera y le permite expresarse plenamente. "Es una especie de magia", describe. Su legado no solo está en las paredes de los museos, sino en su capacidad para inspirar y transmitir el amor por el arte a las generaciones futuras.

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