El icónico humorista español, José Mota, ha convertido sus especiales navideños en RTVE en una tradición ineludible para las familias españolas. Durante más de dos décadas, este cómico de Montiel ha llevado risas y diversión a los hogares del país con sus programas únicos que se han vuelto tan emblemáticos como las campanadas desde la Puerta del Sol. Este año, el especial titulado Operación: IA, IA, OH! marcó un hito al incluir a miembros de su familia en diversos roles, lo cual supuso una novedad en su carrera profesional.

Un Especial de Nochevieja con un Toque Familiar

En esta ocasión, el programa número 24 de Mota en RTVE no solo contó con reconocidos artistas invitados, sino que también incorporó a su esposa Patricia Rivas y a sus hijos. Este cambio significativo permitió que la audiencia disfrutara de sketches donde los miembros de la familia interpretaron tanto personajes ficticios como versiones parodiadas de sí mismos. La participación de Patricia fue especialmente destacada, ya que ella misma participó en varias escenas junto a Mota, además de interpretarse a sí misma junto a sus hijos.

Los niños de la casa, Jose y Valeria, también tuvieron momentos memorables en el programa. Mientras Valeria, de ocho años, encarnaba a una inteligencia artificial llamada Mía, su hermano Jose, de diez, asumió el papel de un hacker ayudando al protagonista en su batalla contra la IA. Esta inclusión familiar añadió un nuevo nivel de intimidad y autenticidad al espectáculo, algo poco común en la trayectoria profesional de Mota, quien siempre había mantenido a su familia fuera del foco mediático.

A través de redes sociales, Mota expresó su gratitud por el apoyo continuo de su público y felicitó a todos por el nuevo año, deseándoles salud, alegría y mucho humor para 2025.

Patricia Rivas, actriz gaditana conocida por su trabajo en teatro y televisión, ha sido parte integral de la vida personal y profesional de Mota desde hace más de dos décadas. Su relación ha pasado por altibajos, incluyendo una separación breve, pero finalmente decidieron darle una segunda oportunidad a su matrimonio, fruto del cual son sus dos hijos menores.

Este especial de Nochevieja no solo celebró el talento artístico de Mota, sino que también reveló un lado más personal y cercano de su vida familiar, ofreciendo a los espectadores una experiencia única y emotiva.

Desde la perspectiva de un periodista, la inclusión de la familia en este especial navideño de Mota refuerza la idea de que incluso los ídolos públicos tienen vidas privadas ricas y complejas. Este paso muestra una mayor apertura y vulnerabilidad, lo cual puede acercar aún más a los artistas con su audiencia. Para los seguidores de Mota, este gesto es una forma de compartir su felicidad y éxito con aquellos que han estado presentes durante tantos años, creando así un vínculo más profundo y duradero.