La reconocida presentadora, Mariló Montero, ha retornado a sus raíces en Navarra para disfrutar de las festividades navideñas. Este regreso anual es una oportunidad para reencontrarse con su seres queridos y sumergirse en el espíritu de la temporada. Acompañada por sus hijos Alberto y Rocío, quienes viajan desde diferentes partes del mundo, Montero celebra la magia de la Navidad en el lugar que siempre ha considerado su hogar. Su amor por estas celebraciones se refleja en cada detalle, desde la decoración hasta los momentos compartidos con su familia.
En este período invernal lleno de encanto, la destacada comunicadora ha decidido pasar unos días en Navarra, la región donde nació y creció. Este año, como en años anteriores, ha invitado a sus hijos a unirse a ella para compartir momentos inolvidables. Alberto, quien ya está familiarizado con las tradiciones locales, y Rocío, la exitosa modelo que vive en Nueva York, han hecho un alto en sus ocupadas vidas para reunirse con su madre. La preparación para estas fiestas incluye la iluminación del hogar, la creación de un belén y la participación en actividades familiares que hacen de esta época un tiempo especial.
Desde la perspectiva de un observador, es evidente que estos encuentros familiares son más que simples reuniones; representan un vínculo profundo entre generaciones y una conexión con las raíces culturales. El entusiasmo de Montero por estas celebraciones nos recuerda la importancia de valorar los momentos compartidos con nuestros seres queridos y la alegría que puede traer el retorno a nuestro lugar de origen durante las fiestas.