El pasado 29 de marzo de 2025, diversos medios periodísticos difundieron una noticia vinculada a un supuesto caso de denuncia ante la Procuraduría de la Ética Pública contra el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR). Este asunto ha generado preocupación en la comunidad académica y exige claridad. El rector expresó que solo se enteró del mencionado caso tras su publicación en prensa y rechaza con firmeza las acusaciones vertidas.
En este contexto, es crucial analizar los argumentos presentados por el rector para desmontar las imputaciones. Se afirma que las críticas relacionadas con ciertos proyectos financiados por el Banco Mundial están basadas en un desconocimiento estructural de cómo opera la UCR. Según las normativas institucionales, la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI) tiene la responsabilidad técnica-administrativa de supervisar y gestionar todas las construcciones mayores de la universidad. Además, dicha oficina depende directamente de la rectoría, no de la vicerrectoría de administración, lo que descarta cualquier atribución indebida de funciones. En este sentido, todas las decisiones contractuales corresponden exclusivamente a la rectoría, tal como establece el Estatuto Orgánico de la UCR.
Es importante destacar que durante el período en el que el actual rector fungió como interino, ninguna acción contractual relacionada con los fondos del préstamo del Banco Mundial fue llevada a cabo. Más aún, todas las obras previamente contratadas ya habían sido ejecutadas antes de su mandato. Por tanto, las acusaciones resultan infundadas y carecen de sustento técnico y legal. Esta situación parece ser parte de una estrategia más amplia destinada a dañar la reputación de la UCR y su liderazgo. Ante ello, el rector insta a toda la comunidad universitaria a unirse bajo principios de respeto y solidaridad, promoviendo el fortalecimiento institucional frente a ataques injustificados.
La transparencia y el compromiso con la verdad son fundamentales para preservar la integridad de una institución tan relevante como la UCR. Es necesario que todos los miembros de la comunidad universitaria reflexionen sobre la importancia de actuar con cohesión, poniendo por encima intereses comunes antes que diferencias internas. Solo así será posible avanzar hacia un futuro próspero y sostenible para esta prestigiosa casa de estudios.