El diseño de interiores está evolucionando hacia espacios más abiertos y fluidos, donde los ambientes tradicionalmente separados se fusionan para crear áreas multifuncionales. Este enfoque no solo aumenta la sensación de amplitud, sino que también presenta el desafío de definir claramente las distintas zonas sin recurrir a muros divisorios. La solución ha sido el uso creativo de pavimentos diferentes, lo cual permite diferenciar visualmente cada espacio mientras se mantiene una estética cohesiva. A continuación, exploramos cómo este método ha sido aplicado en diversos proyectos, ofreciendo tanto funcionalidad como belleza.
Los contrastes entre materiales y texturas juegan un papel crucial en la definición de áreas dentro de un espacio abierto. Al emplear pavimentos distintos, se crea una frontera visual que guía al ojo y delimita cada zona sin obstruir la fluidez del ambiente. Por ejemplo, en una reforma realizada por Amai Studio, se utilizó baldosa negra en la cocina, que contrasta con el parqué del salón y comedor, creando una transición natural y práctica. Este enfoque es especialmente útil en zonas húmedas, donde los materiales resistentes son imprescindibles.
El uso de pavimentos contrastantes no solo es funcional, sino también estéticamente atractivo. En otro proyecto, Inspira Design optó por conservar el suelo original de mármol en el salón y comedor, mientras introducía un laminado de madera mate en la cocina. Esta combinación de acabados satinados y mates añade profundidad y textura al espacio, creando un equilibrio entre lo antiguo y lo moderno. Además, el patrón en espiga del laminado de madera proporciona un toque de elegancia y cohesión al conjunto.
La integración de diferentes espacios mediante pavimentos bien pensados puede llevar a soluciones innovadoras y sofisticadas. Un ejemplo es el proyecto de Mobalpa, donde un dormitorio se conecta con el baño a través de un arco sin puertas. Aquí, el parqué del dormitorio cede paso a un porcelánico en el baño, definiendo claramente las dos áreas mientras mantienen una continuidad visual. Este enfoque es ideal para suites y áreas privadas, donde la privacidad y la funcionalidad deben convivir en armonía.
Otra forma de integrar espacios es a través de la extensión del pavimento desde el interior hasta el exterior. En un proyecto de Susanna Cots, cocina, comedor y salón forman un espacio diáfano que se conecta directamente con una terraza. Para marcar esta transición, se utilizó un cerámico negro tanto en el interior como en el exterior, creando una sensación de continuidad y fluidez entre ambos ambientes. Este método no solo mejora la apariencia del espacio, sino que también optimiza su uso, permitiendo una experiencia de vida al aire libre sin interrupciones visuales ni físicas.