Una vez más, la familia ha regresado a Madrid, esta vez junto a su padre y su hermana Amalia. Estos viajes son un testimonio de la estrecha relación entre España y la Familia Real holandesa.
En la última visita, el rey Guillermo y las princesas viajaron a Madrid el pasado fin de semana. Aunque, esta vez, la reina Máxima no estaba presente, lo que ha generado cierta curiosidad. Pero, la presencia de la realeza holandesa en la ciudad sigue siendo un evento significativo.
Según ha podido conocer ¡HOLA!, el soberano y sus hijas aterrizaron en la ciudad la tarde del sábado 14. Estaban justos en tiempo para asistir a la cita que los había traído de vuelta a Madrid: el cumpleaños de un miembro de la familia Baumbach, propietaria del imperio farmacéutico Boehringer Ingelheim.
La fiesta transcurrió en la más estricta intimidad y reunió a aristócratas, políticos y empresarios de toda Europa. Como la duquesa de Medinaceli, Juan Abelló y Anna Gamazo, y Pablo de Hohenlohe, entre otros. Esta reunión muestra la importancia y la influencia de la Familia Real holandesa en el mundo.
Su estancia en la capital ha sido significativa en su vida y ha marcado un antes y un después. Y ahora, cada vez que regresa, trae consigo esos buenos recuerdos.
Además, la princesa Alexia también estuvo en nuestro país junto a su padre y su hermana. Esta visita ha sido una oportunidad para que las hijas de la realeza holandesa se unan y compartan momentos especiales.
Federico y Mary de Dinamarca también visitaron algunos establecimientos de la Milla de Oro madrileña. Esta actividad demuestra que la visita no solo fue por motivos oficiales, sino también por disfrutar de la ciudad.
El domingo 15, antes de comer, Guillermo de Holanda y sus hijas emprendían el viaje de vuelta a su país. Poco después de la partida de Federico y Mary de Dinamarca. Esta visita ha sido una experiencia única para la Familia Real holandesa y para España.