La fundación Sentebale enfrenta un panorama desafiante debido a una combinación de dificultades financieras y tensiones internas. Desde su creación por el príncipe Harry, esta organización ha trabajado para ayudar a las personas afectadas por el VIH y el SIDA. Sin embargo, tras la partida del príncipe del Reino Unido y los conflictos surgidos dentro de la institución, su estabilidad económica se ha visto comprometida. La pérdida de patrocinadores clave y la desconexión mediática han exacerbado la situación, poniendo en peligro el futuro de esta iniciativa benéfica.
El alejamiento de Harry del entorno británico coincidió con una significativa disminución en los ingresos de la fundación. Según Sophie Chandauka, presidenta de Sentebale, varios donantes tradicionales dejaron de contribuir debido a factores relacionados con la atención pública centrada en la familia real. Esta percepción negativa, asociada principalmente a las controversias rodeando al príncipe y Meghan Markle, dañó la imagen de la organización. Los esfuerzos para resolver estos problemas en las reuniones del consejo no lograron abordarlos eficazmente, lo que complicó aún más la situación financiera.
Además de las dificultades económicas, la relación entre Harry y la fundación experimentó tensiones significativas. Algunos miembros del consejo señalaron que el príncipe buscaba ejercer mayor control sobre las decisiones estratégicas, lo cual generó fricciones con otros líderes de la organización. Estas disputas también afectaron las dinámicas entre el equipo en el Reino Unido y sus contrapartes en Lesoto, donde surgen diferencias sobre cómo gestionar los proyectos clave.
En este contexto de incertidumbre, algunos integrantes del consejo decidieron renunciar, lo que podría representar tanto una oportunidad como un desafío para reorganizar la estructura de liderazgo de Sentebale. A pesar de estas dificultades, la misión central de apoyar a quienes viven con VIH y SIDA sigue siendo prioritaria. Sin embargo, la organización necesita urgentemente encontrar soluciones para restablecer la confianza de los donantes y mejorar la coordinación interna.
Para continuar su labor, Sentebale debe trazar un nuevo rumbo que garantice su sostenibilidad, independientemente de la participación directa de Harry y Meghan. Este proceso implica fortalecer su identidad institucional, reforzar las relaciones con nuevos aliados y superar las divisiones internas. Si bien el camino hacia adelante será difícil, la fundación tiene el potencial de seguir transformando vidas positivamente si logra recuperar la estabilidad necesaria.