La princesa Estefanía de Mónaco celebra su 60º cumpleaños con una nueva etapa como abuela. Su vida ha estado marcada por momentos significativos, desde su infancia hasta convertirse en un ícono cultural y social. A lo largo de seis décadas, la menor de los Grimaldi ha dejado huella a través de sus contribuciones artísticas, su papel en la familia real y su compromiso con causas sociales.

Infancia y Juventud: De Princesa Traviesa a Ícono Cultural

Desde su nacimiento el 1 de febrero de 1965, Estefanía se destacó por ser una niña risueña y traviesa, características que contrastaban con el protocolo real. Su educación incluyó estudios en casa y posteriormente en instituciones privadas, donde desarrolló habilidades en danza y piano, demostrando un claro interés por las artes. Durante su adolescencia, optó por seguir una carrera menos convencional para una princesa, explorando la moda y la música.

En los años 80, Estefanía se convirtió en un verdadero icono cultural. Sus creaciones en la moda, especialmente su línea de trajes de baño Pool Position, y su incursión en la música con éxitos como "Comme un Ouragan" la catapultaron al estrellato. Además, colaboró con figuras internacionales del entretenimiento, como Michael Jackson, consolidando su presencia en el mundo del arte y la cultura popular. Su personalidad única y su defensa de la individualidad la distinguió de otras figuras reales de su tiempo.

Compromisos Familiares y Sociales: Un Legado Duradero

Tras abandonar la escena musical, Estefanía se centró en sus responsabilidades familiares y sociales. Su matrimonio con Daniel Ducruet en 1995 marcó un hito en su vida personal, aunque enfrentó desafíos públicos tras su divorcio. Sin embargo, siempre mantuvo un fuerte vínculo con sus hijos Louis, Pauline y Camille, quienes han seguido sus pasos en diversas facetas artísticas y culturales.

Además de sus compromisos familiares, Estefanía ha sido una figura activa en causas benéficas y culturales. Ha liderado iniciativas importantes, como el Festival Internacional de Circo de Montecarlo, heredado de su padre Rainiero. Su amor por los animales también ha sido notable, adoptando elefantes y promoviendo la conservación de especies en peligro. Como abuela orgullosa de Victoire y Constance, Estefanía sigue siendo una figura influyente en el Principado, combinando tradición y modernidad en cada uno de sus actos públicos.