El viernes pasado, una figura destacada del mundo de la moda y las celebridades brasileñas fue vista mientras disfrutaba de un día de compras. Rafaella Santos, hermana del famoso futbolista Neymar, se convirtió en el centro de atención debido a su elección de accesorios lujosos. Este evento no solo refleja su estilo personal, sino también cómo las marcas internacionales influyen en las tendencias locales.
En una soleada tarde de primavera carioca, Rafaella Santos, de 29 años, recorrió los pasillos de uno de los centros comerciales más prestigiosos de Río de Janeiro. Durante su visita, llamó la atención por portar una exclusiva Birkin Togo 30 de Hermès, una prenda icónica que tiene un valor inicial de 67.700 reales en Brasil, aunque puede alcanzar precios mucho mayores en el mercado secundario, hasta 216.000 reales. Este gesto no pasó desapercibido para quienes estaban presentes.
Desde una perspectiva periodística, este episodio subraya cómo las celebridades usan sus plataformas para promover productos de alta gama, transformando cada aparición pública en una oportunidad de marketing implícito. También genera reflexiones sobre el impacto de estas decisiones en la percepción pública y las expectativas de lujo en una sociedad diversa como la brasileña.