En un reciente episodio lleno de giros, una ex-reina de batería del famoso desfile de la escuela Grande Rio desmintió información sobre un supuesto embarazo de trillizos. A través de publicaciones en redes sociales, la mujer compartió imágenes y videos que inicialmente parecían confirmar su estado de gestación durante su relación con un reconocido músico de samba. Sin embargo, rápidamente negó la autenticidad de dichas pruebas, señalando que se trataba de manipulaciones digitales.
En una tarde movida por el bullicio mediático, la ex-reina de batería utilizó sus plataformas digitales para abordar rumores que habían comenzado a circular en las redes. En primer lugar, mostró lo que parecía ser un ultrasonido de un embarazo múltiple, pero rápidamente aclaró que era falso. Luego, presentó una captura de pantalla de una fotografía que, según ella, también había sido manipulada digitalmente. Finalmente, compartió un video generado mediante tecnología deepfake, donde aparecía diciendo palabras que nunca pronunció. Con determinación, declaró: “No caigan en esto”. Este caso ha generado un intenso debate sobre la veracidad de la información en línea.
Como periodista, este incidente refleja cómo la tecnología puede ser usada para crear narrativas falsas que afectan gravemente la reputación de las personas. Es crucial que los consumidores de noticias desarrollen habilidades de pensamiento crítico para distinguir entre hechos reales y ficción digital. Además, subraya la importancia de verificar las fuentes antes de aceptar cualquier noticia como verdadera.