La artista revela cómo se preparó para interpretar su canción en coreano, un idioma que requiere tanto habilidades fonéticas como una comprensión profunda de su encanto cultural. Aunque inicialmente parezca sencillo memorizar la fonética, este proceso resulta mucho más complejo de lo esperado. Sin embargo, al sumergirse en el aprendizaje, descubrió aspectos hermosos y únicos del idioma coreano.

Además, menciona que dedicó dos días enteros a estudiar y practicar. Esto no solo implica aprender las palabras, sino también capturar la esencia emocional que transmite un hablante nativo. Este desafío le permitió apreciar mejor la riqueza lingüística y cultural del coreano, destacando su capacidad musical para adaptarse a diferentes idiomas.

El Viaje de Adaptación Musical

Interpretar música en otro idioma puede ser un desafío fascinante. Esta cantante explicó que tuvo que recurrir a técnicas específicas para lograr pronunciar correctamente las palabras coreanas. Su oído musical jugó un papel crucial, facilitándole identificar patrones auditivos que otros podrían encontrar difíciles de captar.

El proceso de aprendizaje comenzó con la memorización de la fonética, pero rápidamente se dio cuenta de que esto no era suficiente. Necesitaba entender el alma del idioma, algo que solo podía obtener escuchando a hablantes nativos. Esto implicaba prestar atención no solo a las palabras, sino también a los matices emocionales detrás de cada frase. Durante estos dos días intensivos de práctica, enfrentó momentos frustrantes donde parecía imposible replicar ciertos sonidos, pero también experimentó satisfacciones inmensas al lograrlo finalmente. Este viaje le permitió valorar aún más la complejidad y belleza del coreano.

Descubriendo la Belleza Lingüística

Más allá del reto técnico, esta experiencia le abrió las puertas a una nueva perspectiva sobre el idioma coreano. A medida que avanzaba en su preparación, comenzó a notar elementos estéticos que antes pasaban desapercibidos. Estos detalles le hicieron apreciar por qué tantas personas encuentran atractivo este idioma.

Al profundizar en sus características, se sorprendió al descubrir cuán expresivo y poético puede ser el coreano cuando se utiliza con precisión. Cada palabra parece tener una resonancia especial que trasciende lo meramente funcional. Además, reconoció cómo este conocimiento enriqueció no solo su interpretación musical, sino también su comprensión general de la cultura coreana. Este descubrimiento ilustra cómo aprender un nuevo idioma puede transformar nuestra percepción del mundo, ofreciendo oportunidades inesperadas para conectar con otras culturas a través de la música.