El proceso legal dentro de las ligas carnavalescas es complejo y está bien estructurado. Gabriel ofreció una visión detallada sobre cómo funcionan estos mecanismos cuando se presentan disputas. En primer lugar, cualquier solicitud inicial debe dirigirse al presidente de la liga correspondiente. Este líder tiene la responsabilidad de proporcionar una respuesta inicial, acompañada por la opinión de la comisión artística del carnaval. Es importante destacar que esta fase no permite cuestionar las razones ni las calificaciones otorgadas, ya que el reglamento es inherentemente subjetivo, tal como se especifica en las normativas vigentes.
A continuación, entra en juego un nivel superior de decisión. Una vez que se han seguido los pasos iniciales, el caso se remite al consejo deliberativo de Liesa. Este órgano actúa como una especie de tribunal independiente, con su propio equipo jurídico separado del ámbito ejecutivo. Aquí, el análisis pasa a ser más profundo y técnico, asegurando que todas las decisiones estén respaldadas por fundamentos legales sólidos. Este paso es crucial para garantizar la imparcialidad en el proceso.
La transparencia y el debido proceso son pilares fundamentales en cualquier sistema justo. Al contar con múltiples niveles de revisión y análisis, se asegura que cada decisión sea cuidadosamente evaluada desde diferentes perspectivas. Esto refleja un compromiso con la equidad y la justicia, promoviendo un ambiente donde las opiniones y sugerencias sean tratadas con respeto y seriedad. Este enfoque sirve como ejemplo de cómo resolver conflictos de manera constructiva y democrática, estableciendo precedentes positivos para futuras generaciones.