El circuito de Barcelona Cataluña fue el escenario elegido para que Fernando Alonso retomara el volante de un monoplaza de Fórmula 1. En una jornada organizada por Aston Martin, el piloto español condujo el AMR23, vehículo que le permitió obtener ocho podios y terminar cuarto en el campeonato del mundo durante la temporada pasada. Aunque no se registraron tiempos ni vueltas específicas, lo importante fue el reencuentro emocional entre Alonso y el equipo. Este evento marca los primeros ensayos de Alonso en 2025, aprovechando la libertad que tienen los equipos para probar vehículos con dos años o más de antigüedad. Los test privados son limitados, pero junto con las pruebas de Pirelli, ofrecen una valiosa oportunidad para recuperar sensaciones antes de la pretemporada oficial.
La sesión de pruebas contó con la participación de Lance Stroll, quien también tomó el volante. Ambos pilotos compartieron momentos de camaradería con el resto del equipo de pista de Aston Martin. Estos entrenamientos privados son cruciales para mantener a los pilotos en contacto con sus vehículos, especialmente cuando la temporada oficial aún está en pausa. Además, estos tests proporcionan datos valiosos para afinar detalles técnicos y prepararse mejor para la competencia real. El equipo aprovechó al máximo este tiempo en pista, evaluando diversas configuraciones y ajustes en el monoplaza.
Aston Martin atraviesa un período de cambios significativos en su estructura directiva. Andy Cowell asumió el rol de team principal, mientras que Mike Krack ahora se encarga de las operaciones en los circuitos. También hubo modificaciones en otros puestos clave, como la salida de Tom McCullough y Dan Fallows. Sin embargo, el cambio más destacado es la llegada de Enrico Cardile como director técnico y la futura incorporación de Adrian Newey como máximo responsable técnico y accionista. Estas transformaciones buscan revitalizar al equipo y mejorar su rendimiento después de dos temporadas con poca evolución.
En los últimos años, Aston Martin ha enfrentado desafíos para mantenerse competitivo. Si bien lograron resultados notables en 2023, principalmente debido a un inicio de año sólido, la falta de avances consistentes ha llevado a una pérdida de terreno frente a rivales como McLaren y Ferrari. La meta para 2025 es clara: demostrar que el ambicioso proyecto liderado por Lawrence Stroll puede volver a ser protagonista en la máxima categoría del automovilismo. Con Alonso comprometido hasta 2026, el equipo tiene la oportunidad de construir sobre su experiencia y aspirar a mayores logros en las próximas temporadas.