El Departamento de Cumplimiento Normativo de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha emitido un informe que despeja cualquier sospecha de conflicto de intereses relacionado con el árbitro José Luis Munuera Montero. Tras una exhaustiva investigación interna, se concluyó que no existe ni un conflicto real ni potencial derivado de su actividad empresarial. Esta resolución llega después de que medios de comunicación sugirieran vínculos entre empresas del árbitro y clubes como el Atlético de Madrid y el Manchester City. El informe también recomendó al Comité Técnico de Árbitros levantar cualquier medida cautelar impuesta.
La investigación comenzó el martes pasado, en respuesta a las acusaciones publicadas por varios medios. Estos sugerían que Munuera Montero poseía una empresa que prestaba servicios a diversos clubes de fútbol, lo que podría haber creado un conflicto de intereses. Ante estas alegaciones, la RFEF inició una investigación formal y solicitó al árbitro toda la documentación pertinente sobre sus actividades empresariales. Munuera Montero, quien había sido objeto de críticas desde que expulsó al jugador Bellingham durante un partido en Pamplona, cooperó plenamente proporcionando la documentación requerida.
El proceso de recopilación de información incluyó el acceso a todos los registros mercantiles relacionados con las empresas en las que Munuera Montero tiene o tuvo participación. Además, se contó con la colaboración tanto del propio árbitro como de personas de su entorno que podrían haber estado afectadas por un supuesto conflicto de intereses. Durante la investigación, se analizó detalladamente la información mercantil, societaria y contable, así como la actividad económica de las empresas y el grado de participación del árbitro en ellas.
Tras un análisis exhaustivo, el Departamento de Cumplimiento Normativo concluyó que no existe ningún conflicto de intereses, ya sea real o potencial, entre las actividades empresariales de Munuera Montero y su labor como árbitro de Primera División. El informe también recomendó al Comité Técnico de Árbitros que levantara cualquier medida cautelar que hubiera sido impuesta previamente. Además, el documento será enviado a la UEFA como parte de las relaciones de cooperación existentes en esta materia.
Con este informe, la RFEF busca restablecer la confianza en la integridad del arbitraje español. La conclusión de que no hay conflicto de intereses refuerza la posición del árbitro y despeja cualquier duda sobre su imparcialidad en el campo. Este resultado es un paso importante para garantizar que el fútbol español siga siendo un ejemplo de transparencia y profesionalismo.