El jueves por la noche, el programa de televisión El Hormiguero vivió uno de sus momentos más emotivos e inolvidables. Fernando Tejero, actor conocido por su papel en La que se avecina, visitó el plató para promocionar su obra de teatro Camino al zoo. Sin embargo, lo que comenzó como una entrevista rutinaria se transformó en un espacio de sinceridad y vulnerabilidad, donde Tejero compartió aspectos íntimos de su vida personal que conmovieron tanto a los presentadores como a los espectadores.
La entrevista fue más que una simple conversación sobre su carrera artística. Fernando Tejero, visiblemente emocionado, reveló experiencias profundas que habían marcado su vida. Durante años, el actor había ocultado su verdadera identidad sexual debido a las presiones sociales y el miedo al rechazo. Este momento de apertura no solo sorprendió a Pablo Motos, el conductor del programa, sino que también dejó en silencio al público presente y a millones de televidentes.
Tejero explicó cómo durante 27 años vivió mintiendo sobre su orientación sexual, enfrentándose a situaciones de acoso y bullying desde su infancia hasta la edad adulta. Fue en la escuela de arte dramático donde finalmente encontró el valor para ser honesto consigo mismo y con los demás. La emoción era palpable mientras describía el impacto que tuvo este cambio en su vida, así como el miedo persistente que aún siente ante la posibilidad de enfrentar prejuicios y violencia.
Además de compartir su experiencia personal, Fernando envió un mensaje poderoso a todos aquellos que están luchando por aceptarse tal como son. Instó a las personas jóvenes a tener el coraje de ser auténticas y recordó que el amor y la comprensión pueden curarlo todo. Aunque el actor también tocó brevemente su salida de La que se avecina, este tema quedó en segundo plano frente a la importancia de su revelación.
La noche terminó con un experimento social que mostró la inocencia y la bondad de los niños al interactuar con personas sin hogar, un segmento que, junto con las palabras de Fernando, desbordó las emociones en el plató. Las lágrimas fluían libremente entre los participantes y el equipo del programa, cerrando una edición memorable de El Hormiguero.
La entrevista de Fernando Tejero dejó una huella profunda en todos los que la presenciaron. Más allá de la promoción de su obra, el actor brindó una lección valiosa sobre la importancia de la autenticidad y la necesidad de construir un mundo más compasivo y lleno de amor.