Desde el inicio de la clasificación, quedó claro que las cosas no estaban saliendo como se planeaba para el equipo británico. Tanto Fernando como su compañero de equipo quedaron eliminados en la segunda fase de clasificación (Q2). Esta etapa, que suele ser clave para determinar la estrategia del fin de semana, reveló las debilidades del AMR25 en comparación con sus rivales directos.
El rendimiento de los neumáticos fue uno de los factores más preocupantes. La degradación excesiva durante el sprint evidenció problemas técnicos que el equipo deberá abordar rápidamente si quiere competir en la zona media. En este contexto, la ausencia de ambos coches en Q3 fue un golpe duro para las aspiraciones del equipo.
Alonso reconoció que las expectativas iniciales eran mayores. Durante los entrenamientos del viernes, el monoplaza mostró cierta competitividad que alimentó la esperanza de alcanzar mejores resultados. Sin embargo, conforme avanzó el fin de semana, otros equipos lograron adaptarse mejor al circuito y afinar sus reglajes, dejando a Aston Martin atrás.
Este fenómeno subraya la importancia de la experiencia acumulada en cada sesión. Mientras algunos rivales aprovecharon al máximo las vueltas disponibles para optimizar sus configuraciones, el equipo de Silverstone encontró dificultades para replicar el mismo nivel de rendimiento visto en los primeros entrenamientos libres.
Uno de los aspectos más analizados tras la clasificación ha sido el margen de tiempo que separó a Alonso de entrar en Q3. Según sus propias palabras, gran parte de esta diferencia radica en la preparación de los neumáticos durante las vueltas de calentamiento. Un proceso técnico complejo donde pequeños errores pueden tener consecuencias significativas.
Además, el factor tráfico jugó un papel importante. Los pilotos que adelantaron a Alonso durante sus intentos finales utilizaron estrategias diferentes que alteraron su ritmo ideal. Esto pone de manifiesto cómo la planificación táctica puede influir tanto en los resultados finales. Por otro lado, cambios realizados en el set-up del coche buscaban mitigar el graining en las ruedas delanteras, aunque estos ajustes tardan en mostrar efectos positivos.
A pesar de las adversidades, Alonso mantiene una mentalidad positiva de cara a la carrera principal. Su experiencia le permite ver oportunidades incluso en situaciones aparentemente complicadas. Con menos degradación en los neumáticos, existe la posibilidad de adoptar una estrategia agresiva que permita superar a rivales más vulnerables.
Este enfoque podría traducirse en una gestión inteligente de las paradas en boxes y en la elección de compuestos adecuados para cada fase de la carrera. Además, el conocimiento profundo del circuito por parte del español puede ser un activo invaluable cuando se trata de encontrar líneas limpias y evitar conflictos con otros competidores.