El fallecimiento del legendario actor de cine, de 93 años, junto a su esposa de 65, ha sido explicado con mayor precisión gracias al informe definitivo de la oficina forense de Nuevo México. Este documento desvela que el intérprete luchaba contra una prolongada batalla con insuficiencia cardíaca y problemas renales severos relacionados con la hipertensión arterial.
En los últimos años de su vida, este icónico artista enfrentó serios desafíos médicos. Su condición cardiovascular había empeorado gradualmente, lo cual fue un factor determinante en su estado de salud. Los riñones también sufrieron daños irreversibles debido a complicaciones derivadas de la presión arterial alta.
Por otro lado, su cónyuge padecía de otras dolencias que contribuyeron a su prematura partida. La autopsia oficial proporcionó una visión más clara sobre cómo estas enfermedades crónicas terminaron afectando fatalmente tanto al famoso como a su pareja.
La revelación de estos hallazgos pone de manifiesto el impacto devastador que pueden tener ciertas patologías cuando no son tratadas adecuadamente o progresan sin control médico efectivo durante largos periodos.