Patricia comparte una anécdota fascinante sobre un encuentro especial con Silvio Santos durante su participación en la obra "Arsénico y Alfazema". A finales de los 90, Patricia formaba parte de este exitoso montaje en el Teatro João Caetano. Tras finalizar su temporada allí, continuaron en el Teatro Hilton, aunque con un horario inusual que no atrajo a suficientes espectadores. En una ocasión particular, cuando solo cinco personas habían comprado entradas, decidieron cancelar la función. Sin embargo, al enterarse de que entre esos pocos asistentes estaba Silvio Santos, optaron por realizarla. La experiencia resultó memorable, ya que las carcajadas del famoso presentador llenaron el teatro casi vacío.
En aquellos años, Patricia participó en una producción teatral que marcó su carrera. Se trataba de "Arsénico y Alfazema", una obra que destacó tanto por su texto como por su dirección y reparto. Durante su temporada inicial en el Teatro João Caetano, lograron un éxito rotundo, llenando el lugar noche tras noche. Sin embargo, al trasladarse al Teatro Hilton con un horario innovador, el interés del público decayó considerablemente.
La regla autoimpuesta de no actuar si había menos personas en la sala que en el escenario complicó aún más las cosas. Fue entonces cuando ocurrió lo insólito: un día, solo cinco personas confirmaron su asistencia. Justo cuando decidieron cancelar la función, recibieron información crucial: uno de esos cinco espectadores era nada menos que Silvio Santos. Este hecho cambió todo.
Al inicio de la función, el silencio envolvía el teatro. Pero pronto, aquella voz distintiva de Silvio Santos resonó con sus característicos "Ha-Ha… hi-hi". A pesar de estar prácticamente solos, los actores sintieron como si el público se hubiera multiplicado. Las risas de Silvio Santos daban vida al espacio, convirtiendo una velada potencialmente decepcionante en un momento mágico e irrepetible.
Este episodio dejó una huella imborrable en Patricia y el resto del equipo. Demostró cómo incluso en las situaciones más improbables, un solo espectador puede transformar completamente la atmósfera de una función teatral. Silvio Santos, con su entusiasmo y humor genuino, logró llenar ese teatro vacío de energía y alegría, recordando a todos por qué el teatro sigue siendo una experiencia única.