La familia real griega está lista para celebrar otro enlace matrimonial. Cuatro meses después de la boda de la princesa Teodora, es el turno del príncipe Nicolás, quien contraerá matrimonio con Chrysi Vardinogianni. Este evento sucede apenas nueve meses después de que se anunciara el divorcio del príncipe de su anterior esposa, Tatiana Blatnik. La pareja ha decidido oficializar su relación y dar este paso importante juntos.

El príncipe Nicolás y Chrysi Vardinogianni han elegido el 7 de febrero como fecha para unir sus vidas. Aunque aún no se ha revelado el lugar exacto donde se llevará a cabo la ceremonia, se especula que podría ser en Atenas. Este anuncio llega tras una serie de eventos que consolidaron su relación, incluyendo la participación de Chrysi en un homenaje familiar dedicado al rey Constantino II. Su presencia en estos actos fue vista como una señal clara de que ella ya forma parte integral de la familia real.

Chrysi Vardinogianni pertenece a una de las familias más influyentes de Grecia, vinculada a los negocios petroleros y marítimos. Su participación en actividades familiares junto al príncipe ha sido interpretada como un indicio de que la relación entre ambos avanza firmemente. Tras el homenaje en Tatoi, la pareja también compartió momentos íntimos durante una comida familiar en uno de los restaurantes más exclusivos de Atenas. Estos encuentros públicos han fortalecido las expectativas sobre el futuro matrimonio.

La boda promete ser un evento lleno de glamour y elegancia, con la participación de familiares y amigos cercanos. Se espera que Nasos Thanopoulos y Vangelis Kefalogiannis sean los padrinos de la ceremonia, dos figuras importantes en la vida del príncipe Nicolás. Este enlace representa un nuevo capítulo en la historia de la familia real griega, marcando un momento especial que combina tradición y modernidad.

Este próximo enlace matrimonial refleja el dinamismo de la familia real griega y su capacidad para adaptarse a los cambios. El matrimonio del príncipe Nicolás y Chrysi Vardinogianni simboliza una nueva etapa llena de esperanza y renovación. Mientras se preparan para este día especial, la atención se centra en cómo esta unión influirá en el futuro de la familia real y en la continuidad de sus tradiciones.