Con una actuación llena de altibajos, Naomi Osaka logró avanzar a la tercera ronda del WTA 1.000 tras un emocionante enfrentamiento contra Viktorija Golubic. La jugadora japonesa, inicialmente programada para competir contra Paula Badosa, tuvo que adaptarse rápidamente al cambio de rival debido a la lesión de la española. En el primer set, Golubic demostró su valía como "lucky loser" y dominó claramente con un marcador de 2-6. Sin embargo, Osaka mostró su capacidad de recuperación al mejorar gradualmente su juego en el segundo set.
A pesar de las dificultades, Osaka encontró su mejor versión en el momento decisivo. Cuando parecía que Golubic estaba cerca de cerrar el partido en el segundo set, la tenista japonesa reaccionó con determinación, logrando un quiebre crucial que le permitió igualar el encuentro. Este impulso se trasladó al tercer set, donde Osaka tomó el control absoluto, llevándose los puntos clave con dos quiebres consecutivos y asegurando así su pase a la siguiente fase por 6-1. Allí se enfrentará a Beatriz Haddad Maia o Marie Bouzkova, manteniendo su sólida trayectoria después de su reciente triunfo en Saint-Malo.
Mientras tanto, otros destacados nombres también han avanzado en el torneo. Diana Shnaider impresionó al derrotar a Caroline Dolehide con un doble rosco, consolidando su posición en el circuito. Por otro lado, Iga Swiatek continuó demostrando su superioridad al barrer a Elisabetta Cocciaretto con un contundente 6-1 y 6-0. Estas victorias refuerzan el nivel competitivo del torneo y subrayan el talento excepcional de estas jugadoras. Cada avance en el certamen es una oportunidad más para mostrar su dedicación y habilidades, dejando claro que el tenis femenino está lleno de promesas y desafíos constantes.