El regreso del actor Antonio Banderas a El Hormiguero ha dejado huella. En esta ocasión, no solo presentó su nuevo musical Gipsy, sino que compartió valiosas reflexiones sobre la vida, el teatro y las producciones cinematográficas. Tras un episodio vital marcado por un infarto, Banderas ha cambiado su perspectiva, enfocándose en lo que realmente le apasiona y en la importancia de ser auténtico. Su sinceridad y compromiso con causas importantes, como la representación equitativa de los hispanos en Hollywood, han sido destacados durante la entrevista.
Desde que enfrentó una crisis de salud, Banderas ha redescubierto el valor de vivir plenamente. Este evento le enseñó a priorizar sus pasiones y a expresarse sin miedo. El actor ahora prefiere proyectos que le hagan feliz, aunque no sean económicamente rentables. Para él, la verdadera riqueza está en perseguir sus sueños artísticos, como montar musicales o actuar en películas que le interesan profundamente.
Banderas reveló que su experiencia con el infarto fue un despertar crucial. Comprendió que debía alejarse de todo aquello que no le satisfacía y concentrarse en lo que realmente importaba. Esta transformación personal se refleja en sus decisiones profesionales. Por ejemplo, prefiere invertir en producciones teatrales que le llenan emocionalmente, aunque económicamente sean deficitarias. Además, ha decidido elegir papeles que le permitan transmitir mensajes positivos y educativos, especialmente en películas infantiles.
Banderas también abordó temas sociales relevantes, como la necesidad de cambiar estereotipos en la industria del cine. Ha luchado contra la tendencia de asignar papeles negativos a actores hispanos y afroamericanos. Esta lucha por la justicia en la representación es una parte importante de su legado. Asegura que el arte debe ser un refugio para la verdad, donde diferentes perspectivas puedan coexistir y enriquecerse mutuamente.
Durante la entrevista, el actor explicó cómo rechazó interpretar papeles que perpetúan estereotipos negativos. Insistió en modificar guiones para que los personajes hispanos pudieran ser héroes. Esta postura le llevó a aceptar roles en producciones infantiles que no solo entretienen, sino que también educan a los niños sobre la diversidad cultural. Banderas cree firmemente que el cine tiene el poder de moldear mentes jóvenes y debe hacerlo de manera responsable. Además, ofreció una visión equilibrada sobre la política mundial, advirtiendo sobre la polarización y la falta de respuestas adecuadas ante situaciones críticas. Sin embargo, prefirió terminar la noche celebrando momentos felices en su vida personal, como la boda de su hija.