En un emocionante enfrentamiento entre Atlético de Madrid y Real Madrid, durante la tanda de penales de los octavos de final de la Champions League, surgió una polémica que marcó el desenlace del encuentro. El disparo ejecutado por Julián Álvarez fue inicialmente anotado, pero posteriormente anulado tras una intervención del VAR, señalando una infracción técnica cometida por el jugador argentino. Este incidente dejó a los aficionados debatiendo sobre la correcta interpretación de las reglas aplicadas en tal situación.
Durante el choque decisivo, cuando el equipo colchonero luchaba por igualar la puntuación frente al Real Madrid, el atacante argentino realizó un lanzamiento complicado debido a un resbalón accidental. Aunque el balón cruzó la línea de meta defendida por Thibaut Courtois, el guardameta madridista percibió algo inusual y rápidamente alertó al árbitro central acerca de un posible doble toque por parte de Álvarez.
El colegiado Szymon Marciniak, tras recibir información crucial a través de su auricular desde el VAR, dirigido por Tomasz Kwiatkowski, confirmó dicha infracción. Según las normativas establecidas por la International Football Association Board (IFAB), específicamente los artículos 10 y 14, queda prohibido para el ejecutor de un penal jugar nuevamente el balón hasta que otro jugador lo haya tocado previamente. En este caso, el tropezón involuntario de Álvarez provocó que infringiera esta regla, llevando a la anulación del tiro.
Tras la decisión arbitral, se generó cierta confusión entre los jugadores del Atlético de Madrid, quienes consultaban con sorpresa al afectado sobre lo ocurrido. Sin embargo, el cuerpo arbitral, liderado principalmente por miembros polacos, mantuvo firme su postura basada en las disposiciones vigentes. Aunque no se procedió a amonestar al futbolista debido a la aparente involuntariedad del acto, el intento de penal quedó registrado como fallido según las directrices del artículo décimo.
Al término del partido, aunque la UEFA no publica oficialmente las actas de sus competiciones, ambas escuadras recibieron copias documentales donde se refleja claramente la resolución tomada por Marciniak. Esta decisión definitiva tuvo un impacto determinante en la suerte de la serie de penales, dejando una lección valiosa sobre la importancia de cumplir estrictamente con las normas del juego incluso en situaciones imprevistas.