Un experimentado torero se ha convertido en un participante destacado de un programa televisivo desafiante. Manuel Díaz El Cordobés, después de una larga carrera en el mundo del toreo, ahora enfrenta nuevos retos en "El Desafío", donde compite junto a otros personajes famosos con el objetivo de conquistar al jurado y donar el premio a su ONG favorita. A pesar de las dificultades físicas y mentales, El Cordobés muestra gran empeño y determinación en cada prueba.
Tras años dedicados a la tauromaquia, El Cordobés ha encontrado una nueva pasión en la televisión. En este medio, ha participado en diversos programas, desde concursos hasta reality shows, demostrando su versatilidad y adaptabilidad. Su experiencia en "El Desafío" es especialmente significativa, ya que combina retos físicos y artísticos que lo llevan más allá de sus habilidades como torero.
El Cordobés ha aceptado esta etapa de su vida con entusiasmo, aunque reconoce que no siempre fue así. Durante los años 90, cuando los toreros eran figuras muy populares en la televisión, él mismo era reconocido casi como un cantante. Sin embargo, su transición al mundo televisivo no ha sido fácil. Con dos prótesis de cadera, algunas pruebas resultan más difíciles para él, pero eso no le impide competir con igualdad de condiciones contra jóvenes participantes que podrían ser sus hijos. Su entrenamiento diario y su actitud positiva son clave para mantenerse en forma y competitivo.
En "El Desafío", El Cordobés se enfrenta a pruebas que van desde coreografías de baile hasta ejercicios de aguante bajo el agua. Cada reto representa un desafío único que pone a prueba tanto su resistencia física como mental. A pesar de las dificultades, nunca se rinde y siempre busca superarse, incluso cuando las pruebas parecen imposibles.
Una de las experiencias más memorables para él ha sido trabajar junto a compañeros como Victoria de Marichalar, Genoveva Casanova y Feliciano López. Estas relaciones han fortalecido su confianza y le han permitido descubrir nuevas facetas de sí mismo. Además, el apoyo mutuo entre los participantes ha sido fundamental para superar obstáculos como el miedo al fuego o al agua. Para El Cordobés, la verdadera riqueza de esta experiencia radica en conocerse mejor y descubrir sus propias fortalezas y debilidades. Recomienda encarecidamente esta aventura a cualquier persona que desee ponerse a prueba y superar sus miedos.