El 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Queso, una oportunidad perfecta para disfrutar de las más de 200 variedades disponibles en España. Este alimento, elaborado con leche de vaca, oveja o cabra, es un pilar fundamental de la dieta española y mundial. Se estima que cada año los españoles consumen cerca de 350 millones de kilos de queso, destacando el manchego como uno de los favoritos. Este artículo explora no solo las características del queso, sino también cinco recetas creativas que permiten honrar esta tradición gastronómica.
En un día soleado de primavera, mientras España celebra su amor por el queso, surge la oportunidad de explorar tanto su versatilidad como su riqueza cultural. Desde quesos frescos hasta añejos, cada tipo tiene su propio proceso de elaboración y maduración, lo que influye en su textura y sabor. En este contexto, el queso manchego, fabricado exclusivamente con leche de ovejas manchegas y con un mínimo de 30 días de curación, se convierte en un ejemplo destacado de calidad y autenticidad. Además, este ingrediente indispensable inspira múltiples recetas que van desde postres exquisitos hasta platos principales innovadores.
Entre las propuestas culinarias, destaca un hojaldre con higos frescos, un postre elegante que combina sabores dulces y salados. También figura una versión ligera de lasaña hecha en airfryer, utilizando calabacín en lugar de pasta. Para aquellos que prefieren algo más rápido, el Camembert horneado ofrece un aperitivo vistoso y adaptable. Los raviolis de puerro, rellenos de pollo y queso, representan una fusión creativa entre vegetales y proteínas, mientras que las berenjenas rellenas de atún gratinadas proporcionan un platillo saludable y lleno de sabor. Estas opciones reflejan cómo el queso puede transformarse en el corazón de cualquier creación gastronómica.
Desde una perspectiva periodística, este homenaje al queso subraya la importancia de preservar nuestras tradiciones alimentarias mientras las actualizamos con ideas modernas. No solo estamos celebrando un alimento, sino también fomentando una conexión emocional con nuestra cultura y naturaleza. Así pues, invito a todos a probar estas recetas y descubrir nuevas formas de disfrutar del queso durante todo el año.