En un mundo donde las dietas ultraprocesadas han ganado terreno, destacan voces como la de Sam Laidlow. Este triatleta francés con raíces británicas aboga por una alimentación equilibrada inspirada en la dieta mediterránea. Su perspectiva se ve influenciada tanto por su entorno familiar como por el contexto cultural del sur de Francia y Cataluña, donde la comida juega un papel central en las relaciones sociales. Mientras algunos atletas profesionales optan por hábitos alimenticios poco saludables, Laidlow se distingue al ofrecer recetas sencillas mediante la técnica de batch cooking, enfocándose en ingredientes naturales que promueven un mejor bienestar digestivo.
Sam Laidlow creció rodeado de una tradición culinaria sólida gracias a sus padres, quienes inculcaron en él el amor por la buena comida desde temprana edad. Su madre, chef profesional, y su padre, apasionado cocinero, transformaron los fogones en algo natural y cotidiano dentro de su hogar. Esta base fue reforzada durante su infancia en el sur de Francia, región conocida por su fuerte vinculación entre comida y reuniones familiares. Según Laidlow, “para muchas familias del sur de Francia y especialmente en Cataluña, juntarse para compartir una buena comida es fundamental”. A través de esta experiencia, aprendió no solo a valorar la calidad de los alimentos, sino también su capacidad para unir personas.
El contraste entre su visión y la actitud hacia la alimentación de algunos compañeros de profesión resulta evidente. Aunque reconoce que mantener una dieta equilibrada como atleta puede ser complicado, subraya la importancia de consumir productos frescos. “No soy un experto en nutrición ni un chef”, afirma, “pero sé cuáles son los alimentos que me benefician realmente”. Sin embargo, confiesa sentirse sorprendido al observar cómo otros atletas profesionales descuidan su alimentación, lo que genera desigualdades injustas en términos de salud física.
Para combatir este problema y facilitar una alimentación saludable, Laidlow ha compartido cuatro recetas basadas en el concepto de batch cooking. Estas permiten preparar comidas completas en tan solo una hora, asegurando variedad y nutrientes durante toda la semana. Entre ellas destaca el arroz con pollo y cúrcuma, rico en antiinflamatorios naturales; la ensalada de brócoli y queso feta, ideal para mejorar la salud intestinal; y el porridge, un clásico británico adaptado con toques modernos como semillas de chía y frutos rojos.
A través de estas iniciativas, Laidlow busca transmitir su filosofía sobre la alimentación: más allá de ser simplemente una necesidad biológica, comer bien tiene un impacto profundo tanto en nuestro cuerpo como en nuestras conexiones sociales. Su propuesta invita a reflexionar sobre cómo pequeños cambios en nuestras elecciones alimenticias pueden mejorar nuestra calidad de vida general.