El francés ha dejado claro que no desea adelantarse a los acontecimientos. Al igual que en Jerez, donde sorprendió tanto con su pole position como con su podio, Quartararo prefiere enfocarse en tomar las cosas paso a paso. Reconoce que el éxito obtenido anteriormente no garantiza resultados similares en esta ocasión. “Tenemos que empezar con sensaciones positivas y analizar cómo progresamos desde ahí”, explicó durante una conferencia de prensa. Su objetivo es claro: maximizar el potencial de cada momento de la carrera sin caer en expectativas excesivamente altas.
Sin embargo, este enfoque realista no disminuye su determinación ni la ambición compartida por todo su equipo. La clave está en adaptarse rápidamente al circuito de Le Mans y aprovechar cualquier oportunidad que surja durante los entrenamientos libres y clasificaciones. “Si las condiciones nos favorecen, estaremos listos para darlo todo”, aseguró Quartararo, subrayando la importancia de la preparación y el trabajo en equipo.
Uno de los aspectos más interesantes de esta edición del GP de Francia es la implementación de una nueva evolución del motor por parte de Yamaha. Aunque aún no se trata del tan esperado V4, esta versión mejorada del cuatro en línea ofrece un incremento significativo en la potencia máxima, algo que Quartararo considera crucial. “Es un avance pequeño pero valioso. No cambia radicalmente el manejo, pero definitivamente mejora nuestra competitividad en las rectas largas”, afirmó el piloto.
Esta actualización técnica no solo fortalece las capacidades del M1 en términos de velocidad punta, sino que también optimiza el rendimiento en marchas superiores, específicamente la quinta y sexta. Para un circuito como Le Mans, donde las rectas extensas son fundamentales, esta mejora podría marcar la diferencia entre estar en la cabeza del pelotón o quedarse atrás. Quartararo reconoció que estas modificaciones le permiten sentirse más confiado a bordo de su moto.
Correr en territorio nacional siempre implica un componente emocional único. Para Quartararo, quien ha aprendido a gestionar la presión a lo largo de los años, esta experiencia sigue siendo especial. “No tenemos tantas oportunidades de competir en nuestro país como los españoles, así que debemos aprovecharlas al máximo. Es una mezcla de emoción y responsabilidad, pero he aprendido a disfrutar de ese ambiente único que crean nuestros seguidores”, declaró.
Los aficionados franceses han demostrado desde temprano su pasión incondicional por Quartararo. Desde el miércoles, el aire de Le Mans se ha llenado del ruido de motocicletas aceleradas y celebraciones nocturnas. Esta energía contagiosa alimenta aún más el entusiasmo del piloto, quien agradece constantemente el apoyo recibido. “Es inspirador ver cuánta gente viene a vernos y cómo vibran con cada vuelta. Eso me motiva a dar lo mejor de mí mismo”, añadió.
Además de sus propios desafíos en Le Mans, Quartararo tuvo palabras de reconocimiento para otro talento emergente: Álex Márquez. Cuando se le preguntó sobre las posibilidades del español de conquistar el título mundial, Quartararo fue elogioso. “Álex ha mostrado consistencia y velocidad desde el inicio de la temporada. Su primera victoria le ha dado un impulso moral importante, y creo que es uno de los principales candidatos al campeonato”, expresó.
Este análisis refleja la capacidad de Quartararo para evaluar objetivamente la competencia, incluso mientras enfrenta sus propios retos. Para él, la lucha por el título no es solo una cuestión de habilidad individual, sino también de regularidad y adaptabilidad. “En este deporte, nunca puedes dar nada por sentado. Cada carrera es una oportunidad nueva, y eso es lo que hace tan emocionante el mundo del motociclismo”, concluyó.