La serie de Netflix, "El Juego del Calamar", presenta una competición mortal donde los participantes arriesgan sus vidas para ganar una importante suma de dinero. Aunque es una obra de ficción, se inspira en una historia real que ocurrió en Corea del Sur durante el gobierno autoritario. En 1976, el gobierno estableció The Brothers Home en Busan, inicialmente como un refugio para personas sin hogar. Sin embargo, este lugar se convirtió en un campo de concentración donde tanto adultos como niños eran retenidos contra su voluntad y sometidos a trabajos forzados. La institución fue investigada por fiscales locales, lo que llevó al encarcelamiento breve del director Park In-keun. Además, el creador de "El Juego del Calamar", Hwang Dong-hyuk, reveló que su propia situación económica y las historias de cómics influyeron en la creación de la serie.
The Brothers Home, establecido en 1976 en Busan, era oficialmente un centro de acogida para personas sin hogar, pero en realidad se transformó en un campo de concentración. Durante los años previos a importantes eventos internacionales en Seúl, el gobierno quería limpiar las calles de indigentes y utilizó centros como este para retenerlos. Los residentes fueron identificados con números y obligados a realizar trabajos forzados, además de ser sometidos a tratos inhumanos. Menos del 10% de los detenidos vivían realmente en las calles.
The Brothers Home se convirtió en un símbolo de la opresión gubernamental. Los habitantes recibieron chándales azules y fueron sometidos a prácticas brutales como mantener posiciones incómodas durante largos períodos o participar en juegos de tortura. Los rumores sobre las atrocidades cometidas en este lugar llevaron a la investigación por parte del fiscal Kim Yong-won. El director Park In-keun fue arrestado en 1987 y cumplió una breve condena. Este episodio oscuro de la historia coreana ilustra cómo la autoridad puede abusar del poder para controlar y castigar a aquellos considerados marginales.
Hwang Dong-hyuk, el creador de "El Juego del Calavar", ha compartido algunas de las influencias detrás de la concepción de la serie. Su propia experiencia económica difícil y su interés en cómics como Battle Royale y Liar Game le llevaron a reflexionar sobre qué pasaría si él mismo estuviera en esa situación. Esta introspección se tradujo en una narrativa que explora temas profundos de supervivencia y desesperación.
Hwang explicó que mientras pasaba tiempo en cafés leyendo estos cómics, comenzó a imaginar cómo sería enfrentarse a situaciones extremas similares. Las experiencias personales de Hwang y su fascinación por las obras literarias y visuales que exploraban la psicología humana bajo presión fueron fundamentales para dar forma a "El Juego del Calamar". La serie no solo es una representación ficticia de competiciones mortales, sino también una metáfora de la lucha constante por la supervivencia en un mundo cada vez más competitivo y despiadado. A través de esta exploración creativa, Hwang logra conectar con el público en un nivel emocional profundo, haciendo que la serie sea resonante y memorable.