Con profundo pesar, se ha anunciado el fallecimiento de Paloma Eulate Aznar, icónica figura del sector ganadero taurino. Reconocida por su contribución al prestigio de la ganadería Torrealta durante las décadas de los 80 y 90, su legado perdura en las arenas de Sevilla y más allá. Junto a Manuel Prado y Colón de Carvajal, transformó esta estirpe con adquisiciones estratégicas desde diversas casas ganaderas. Tras quedarse al mando en 1990, consolidó su reputación hasta entregar el testigo a su hijo Borja Prado en 2013.

Su impronta en el arte de criar toros destaca por la mezcla de razas selectas que definió el carácter distintivo de Torrealta. Hoy, bajo la conducción de su nieta Pilar, la tradición sigue viva mientras honra la memoria de quien forjó este camino.

Una Vida Dedicada al Arte de Criar Toros

Paloma Eulate marcó una etapa dorada en la historia de la ganadería española. Desde su adquisición junto a Manuel Prado en 1979, introdujo innovaciones clave que elevaron la fama de Torrealta. Su visión incluyó incorporaciones de ganado de reconocidas dinastías como María Isabel Ybarra y Torrestrella, complementándolas con sementales seleccionados de Jandilla y Torrestrella en 1985.

A lo largo de su trayectoria, su dedicación fue inquebrantable. En 1990, asumiendo la dirección en solitario, continuó refinando su hato con ejemplares de Juan Pedro Domecq, estableciendo un estándar de calidad excepcional. Su participación en eventos emblemáticos como el Domingo de Resurrección de Sevilla cimentó su lugar entre los grandes nombres del toreo. Cada decisión tomada no solo buscaba mejorar la raza, sino también preservar las raíces históricas del toreo clásico.

Un Testimonio Familiar que Continúa

El legado de Paloma Eulate no solo reside en sus logros pasados, sino también en el futuro asegurado por su descendencia. En 2013, su hijo Borja Prado asumió la responsabilidad de mantener vivo el espíritu de Torrealta. Hoy, su nieta Pilar encarna la siguiente generación comprometida con perpetuar estos valores.

La continuidad familiar es crucial para mantener la integridad de la ganadería. Pilar, guiada por la experiencia acumulada a través de las generaciones, aborda los desafíos modernos sin perder de vista las enseñanzas de su ancestro. Esta transición fluida garantiza que el compromiso con la excelencia, tan característico de Paloma Eulate, persista en cada nuevo reto que enfrenten. El mundo taurino celebra no solo su memoria, sino también el florecimiento de nuevas voces dentro de esta saga centenaria.