Jorge Lanata, figura emblemática del periodismo argentino, dejó un impacto duradero en la sociedad y los medios. Su carrera se destacó por su capacidad para desafiar convenciones, entretener y cuestionar. A lo largo de su vida profesional, Lanata no solo explicó qué era el periodismo a una amplia audiencia, sino que también transformó la forma en que se practica. Desde su fundación del periódico "Página/12" hasta sus últimos años como presentador televisivo, Lanata fue un pilar fundamental en la evolución del periodismo latinoamericano.
Lanata revolucionó el periodismo con su enfoque original y su compromiso con la democracia. Fundó "Página/12", un periódico progresista que se convirtió en referente nacional. Este medio se caracterizó por sus portadas audaces y contenidos provocadores, que capturaron la atención del público cada mañana. Además, Lanata exploró diversos formatos de comunicación, desde la radio hasta Internet y la televisión, siempre buscando nuevas formas de llegar a la gente.
A pesar de su éxito inicial, "Página/12" experimentó cambios significativos después de que Lanata dejara la dirección. En 2016, el periódico fue adquirido por un líder sindical peronista, lo que alteró su línea editorial. Sin embargo, Lanata continuó influyendo en el panorama mediático argentino a través de otros proyectos. Sus colaboraciones con medios importantes como "Clarín" y "La Nación" le permitieron mantenerse relevante y continuar formando parte del debate público.
Lanata se mantuvo fiel a su espíritu crítico hasta el final. Enfrentó al poder político con valentía, especialmente durante el gobierno kirchnerista. Su programa "Periodismo para todos" reveló casos de corrupción y abuso de autoridad, ganándole admiración pero también enemigos. En los últimos años, su relación con el presidente Javier Milei se volvió tensa debido a diferencias ideológicas y acusaciones mutuas.
Su pasión por el periodismo trascendió las fronteras de los medios tradicionales. Participó en producciones de ficción y teatro, coleccionó arte y relojes, y nunca perdió su humor ácido. Lanata creía firmemente que ser periodista significaba tener preguntas, no respuestas. Esta filosofía lo guió a lo largo de su carrera, enfrentándose a figuras políticas poderosas y defendiendo la libertad de prensa. Aunque lidió con problemas de salud, incluyendo diabetes y problemas respiratorios, Lanata siguió trabajando hasta el último momento, dejando un legado que perdurará en la memoria colectiva argentina.