Ante un Las Palmas que ofreció una defensa inquebrantable, el equipo dirigido por Hansi Flick se impuso gracias a la precisión de sus delanteros y a decisiones arbitrales controvertidas. Con esta victoria, los azulgranas consolidaron su posición en la cima de la tabla, un resultado vital en esta etapa decisiva del campeonato.
Desde el inicio del partido, Las Palmas demostró una resistencia defensiva poco común. El conjunto canario se mantuvo firme, dificultando cualquier intento de avance del Barcelona. A pesar de las constantes presiones, los locales lograron mantener el marcador sin cambios durante gran parte del primer tiempo. Los azulgranas, conscientes de la necesidad de marcar pronto, mostraron cierta ansiedad que afectó su precisión en los metros finales.
Mientras tanto, Szczesny tuvo que estar alerta para neutralizar las oportunidades claras que generó el equipo local. Una de las más destacadas fue un tiro de Sandro en los primeros minutos, que puso a prueba la solidez defensiva visitante. La estrategia de Las Palmas consistía en aguantar y aprovechar las contras, lo cual casi les resultó efectivo en varias ocasiones.
Al comenzar la segunda mitad, Flick optó por introducir a Dani Olmo, buscando revitalizar el ataque con su habilidad para retener el balón y crear oportunidades. Este cambio resultó crucial. Yamal, sometido a una marca asfixiante, encontró a Olmo en un momento clave. Con un control preciso y un regate hábil, el delantero catalán lanzó un disparo imparable para Cillessen, abriendo el marcador.
Este gol no solo cambió el rumbo del partido sino también el ánimo de ambos equipos. Las Palmas, lejos de desmoronarse, respondió con intensidad. Un tiro de Sandro casi restableció la igualdad, pero finalmente terminó en saque de puerta. Los barcelonistas, en cambio, redoblaron esfuerzos, combinando ataques rápidos que pusieron a prueba la resistencia defensiva de los locales.
Los últimos minutos del encuentro estuvieron marcados por una jugada enrevesada que generó protestas en ambos bandos. Los visitantes reclamaban fuera de juego y mano previa de un delantero contrario, mientras que los locales exigían penalti por mano de Eric García. Tras revisar el monitor, el árbitro Cordero Vega decidió en favor del Barcelona, lo cual provocó fuertes reacciones entre los aficionados locales.
El VAR confirmó que un jugador de Las Palmas estaba en posición adelantada en el origen de la jugada, lo que validó la decisión arbitral. Esta consulta extendió el tiempo de juego, durante el cual Ferran Torres selló el triunfo con un disparo certero, sentenciando el partido con un definitivo 0-2.
Esta victoria fortalece aún más la posición del Barcelona en la lucha por el título. Sin embargo, la controversia arbitral deja un sabor amargo y plantea preguntas sobre la precisión de las decisiones en momentos cruciales. Para los aficionados y analistas, este partido será recordado tanto por la calidad futbolística como por las discusiones que generó.
Las Palmas, a pesar de la derrota, puede sentirse orgulloso de su rendimiento defensivo y ofensivo. Su resistencia y capacidad para competir contra uno de los mejores equipos del país demuestran su potencial y resiliencia. Mientras tanto, el Barcelona debe seguir mejorando su eficacia en los metros finales para asegurar futuros triunfos.