Pedro Alonso, reconocido actor español, emprende un viaje introspectivo y espiritual en su nuevo documental "En la Nave del Encanto". Este trabajo, que se estrena en tres partes a través de Netflix, no es solo una exploración personal, sino también un desafío a las normas establecidas. El documental aborda temas como el chamanismo, las sustancias alucinógenas y la percepción occidental de estas prácticas. A lo largo de dos horas y cuarenta minutos, Alonso se sumerge en rituales indígenas mexicanos, enfrentando sus propios miedos y reflexionando sobre la sociedad contemporánea.
Este proyecto nace de una vida marcada por cambios drásticos, incluyendo la muerte de su padre y el fenómeno global de "La Casa de Papel". Alonso busca desafiar los prejuicios sobre las drogas y las prácticas chamánicas, ofreciendo una visión más equilibrada y respetuosa. Su objetivo es cuestionar la dictadura del pensamiento racionalista y abrir un espacio para el diálogo sobre alternativas espirituales y medicinales.
Alonso reconoce que su documental no es un simple relato de experiencias personales, sino una invitación a cuestionar las creencias arraigadas en nuestra sociedad. Enfrentándose a los prejuicios y miedos, decide explorar prácticas que han sido marginadas durante siglos. Este viaje le lleva a confrontar su propia visión del mundo, desafiando la rigidez del pensamiento cartesiano que ha dominado Occidente durante siglos.
El actor describe cómo la razón y el cartesianismo han impuesto una visión limitada del mundo, excluyendo cualquier conocimiento que no pueda ser comprobado científicamente. Sin embargo, durante su viaje por la Amazonía, Alonso encuentra saberes ancestrales que desafían esta perspectiva. Reconoce que tanto en Occidente como en los pueblos indígenas existen virtudes y carencias, pero argumenta que hay un desequilibrio que debe ser abordado. La medicina occidental, aunque eficaz en muchos aspectos, también puede caer en la ultramedicación, mientras que las prácticas chamánicas ofrecen alternativas que merecen ser consideradas con respeto.
A lo largo de su recorrido, Alonso reflexiona sobre los cambios significativos en su vida, incluyendo la fama repentina tras "La Casa de Papel" y la pérdida de su padre. Estos eventos lo llevaron a replantearse su relación con el éxito, el amor y la existencia misma. El actor ve en estos momentos cruciales una oportunidad para revisar sus propias creencias y enfrentar los miedos que había internalizado desde temprana edad. A través de la meditación y la introspección, Alonso encontró herramientas para navegar por una sociedad cada vez más ruidosa y neurótica.
El documental también aborda la forma en que la sociedad actual maneja el dolor y la negatividad. Alonso critica la tendencia a regodearse en el sufrimiento y la violencia, señalando que este comportamiento ha llegado a ser casi celebrado en el discurso público. Para él, esto refleja un problema mayor: la falta de equilibrio en nuestras vidas. Mientras que Occidente se centra en la lógica y la razón, otros sistemas de creencias ofrecen perspectivas alternativas que pueden ser valiosas. El actor insiste en la importancia de mantener un equilibrio entre ambas visiones, evitando caer en extremos. En última instancia, Alonso busca destapar heridas sin pretender tener todas las respuestas, sino simplemente abrir un espacio para el diálogo y la reflexión.